Carlos Arias, referente de la Comisión vecinal explicó a Nuevo Diario que en julio de 2017, el Gobierno provincial les entregó los terrenos con las obras de cloacas inconclusas, ya que sólo hicieron las bocas en las calles y hasta ahora no concluyen. A través del expediente 76.113, los vecinos solicitaron a Obras Públicas de la provincia que finalicen las obras.
“La empresa que estaba haciendo las obras levantó todo en octubre y dejó las bocas de las cloacas abiertas. Tierra y Hábitat nos dijo que hagamos pozos de dos metros y medio y con las lluvias se han llenado de agua”, agregó Arias.
Señaló también que las calles no tienen mantenimiento y que no tienen servicio de recolección de residuos, por lo que deben convivir con la basura desparramada por las calles. Se suma que los pastizales de los espacios verdes superan los dos metros, provocando no solo inseguridad sino la proliferación de alimañas.
Para acceder al servicio de recolección de residuos y desmalezado, los vecinos presentaron notas desde el 12 de abril de 2017, el último pedido lo hicieron con el expediente 24.111, al que sólo le faltaría la firma del intendente Gustavo Sáenz.
Debido a que la Municipalidad aún no envía los inspectores para que verifiquen los medidores para su habilitación la mayoría de los vecinos tiene luz de forma clandestina. “Tenemos los postes para que Edesa haga la conexión correspondiente, pero no tenemos la autorización de la Municipalidad”, detalló Arias.
Por último los vecinos también solicitaron se construya un centro de salud y que la escuela del barrio San Remo implemente un turno intermedio para que los niños de la barriada puedan tener acceso a la educación.