A la luz de esa obra, es que el historiador analizó la conmemoración de los 213 años de la Revolución de Mayo, en el diálogo con Nuevo Diario, remarcando que “Salta fue vital protagonista de los hechos de mayo”. La intención de este proceso o proyecto político, según Cáseres, fue generar un nuevo Estado, la toma del poder político por parte de la burguesía nacional y fundamentalmente, “un nuevo eslabón de puesta en valor del rol de Salta en el destino nacional”. Así, Cáseres hizo hincapié en “que el primer grito libertario en la historia de la Nación Argentina se dio aquí en Salta, a través del cacique Juan Calchaqui en 1.543”, y esa formulación es eje en su publicación.
“En nuestro trabajo de investigación realizamos el intento de ocuparnos de acercar champas que nos permitan soplar las brasas de la memoria colectiva” dijo y aseguró que: “La Revolución de Mayo es el segundo grito libertario en la Historia Nacional”. En ese sentido refirió a que: “el primero ocurrió en 1.543 cuando el Cacique Juan Calchaquí conformó, en el territorio de los Pucaras, la Confederación de Pueblos Diaguitos - Calchaquis” y agregó que no se trata de un dato accidental, ni anecdótico sino que: “nos brinda la posibilidad de una revisión de la Historia Nacional. Una re conceptuación de lo acontecido, de lo investigado, de lo escrito y de lo enseñado en forma sistemática. Porque así fue planificado y ejecutado”.
No obstante, el reconocido docente salteño, aprovechó la oportunidad para destacar las figuras dentro del proceso de la revolución, de “Martín Miguel de Güemes, quien jugó un rol fundamental desde 1.808, al igual que otros tres salteños: Don José de Moldes, y los dos hermanos Gurruchaga, Francisco y José. Ellos son los primeros que llegan a difundir a nuestro país el proyecto político de la ruptura con el orden colonial español”.
Algo más sobre la “Primera Revolución”
Cáseres brindó más detalles interesantes sobre el primer grito libertario de Juan Calchaquí: “desde el punto de vista geográfico esa primera manifestación del ser nacional se desarrolló en casi todo lo que, actualmente, es el Noroeste Argentino, una rebelión que se manifestó en tres etapas, en un contexto de guerra integral que duró 57 años: 1.543 a 1.590 la primera guerra, 1.630 a 1.635 la segunda y 1.660 a 1.665 la tercera. A diferencia, por ejemplo de la conquista del Perú (1.532 a 1.535) pero que en definitiva toda esta resistencia continental se desarrolló contra un adversario común, "los españoles", que es el mismo contra el cual se pelea en el período independentista y del cual nos liberamos definitivamente después de Ayacucho (Diciembre de 1.824). “Los acontecimientos que se conocen como “Revolución de Mayo” no pueden concebirse como “argentinos”, agregó, porque en ese caso serían incomprensibles. Por el contrario, es ineludible el marco de la visión continental pues deben ser considerados como una manifestación americana”, enfatizó.
