A la Casa de Gobierno solo concurrió una parte de los representantes de las comuniadades originarias mientras que otra parte quedó en instalaciones del Hogar Escuela.
No obstante ello, el Gobierno ratificó su voluntad de diálogo y acompañamiento a las comunidades originarias ante los reclamos históricos. Tras haber recibido las instrucciones del gobernador Gustavo Sáenz para que el Gabinete concrete una mesa de diálogo, finalmente ésta no se realizó por disidencias internas entre los miembros de las comunidades originarias.
Los titulares y funcionarios de todos los Ministerios del Ejecutivo, intendentes y el propio Gobernador, se reunieron el jueves en Pichanal con las comunidades para escuchar sus peticiones, abriendo canales de comunicación directos.
En este contexto, se acordó que las partes se reúnan en una mesa de diálogo para avanzar en el tratamiento de un petitorio que incluye una diversidad de temas.
Al no efectivizarse la reunión con el Gobierno, por las internas surgidas entre las comunidades, el ministro de Gobierno, Derechos Humanos, Trabajo y Justicia Ricardo Villada fue al Hogar Escuela para entrevistarse con los caciques y retomar la mesa de diálogo acordada. Los referentes de las comunidades originarias que se reunieron con Sáenz, reconocieron que: “Es histórico que un Gobernador se siente a dialogar con nosotros e incluya nuestra voz”, en la resolución de las demandas.
La marcha de los originarios se inició el 16 de noviembre, convocada por la Unión Autónoma de Comunidades Originarias del Pilcomayo. La caminata reúne a los pueblos wichí, chorote, chulupí, tapiete, qom, guaraní, chané, kolla y diaguita.
Comunidad Salim2 de Embarcación
“Marchamos ante la ausencia de políticas reales e interculturales, que solucionen la profunda crisis sanitaria y social en nuestras comunidades, agravada por el Covid. La pandemia dejó al descubierto la realidad que vivimos: la ausencia de recursos sanitarios, la desnutrición, la mortalidad infantil, la falta de agua y de asistencia médica intercultural, el saqueo de nuestro territorio, la quema intencional y la tala del monte nativo sin control, la contaminación de los ríos que afecta nuestra soberanía alimentaria, la falta de educación intercultural de calidad, la violencia de la fuerza de seguridad, la precariedad jurídica y la ausencia de diálogo político”, afirmaron.
