Por su parte, el gerente Federico Mangione ha realizado numerosas gestiones a nivel local y nacional frente a la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) para mejorar esta situación ya que el pago de las obras sociales, por intermedio de este organismo, no ha crecido en la misma medida de las gestiones sino que, por el contrario, se vio disminuido en un 25% promedio (6.5 mill 2021 – 4.8 mill 2022).
Esta situación impacta de manera negativa en las cuentas del hospital dado que debe seguir afrontando los costos de medicamentos e insumos cuyo valor se actualiza al ritmo inflacionario, además tiene una correlación directa en el monto que el personal percibe en concepto de productividad, ya que este es un porcentaje de lo efectivamente cobrado por el hospital.
Foto: El discriminativo de la deuda que las obras sociales mantienen a la fecha.
El dinero que las obras sociales no pagan a los hospitales públicos no solamente perjudica al estado, que tiene que responder por esa deuda con presupuesto propio, sino principalmente a los más vulnerables que no cuentan con recursos ni posibilidades para acudir al sector privado.
Es preciso destacar que las obras sociales cobran regularmente y de manera automática los aportes de sus afiliados.
La deuda total que las obras sociales tienen con el hospital supera los 400 millones, siendo OSPRERA, OSECAC, OSUTHGRA, CAMIONEROS, CERAMISTAS, OS Casas Particulares, UPCN, OSIMRA, OSEAM y OSPAT las más deudoras, las cuales acumulan más de 209 millones de pesos en conjunto.