María José Salcedo, psicomotricista, expresó a Nuevo Diario que todos los años deben movilizarse pero que en oportunidades anteriores los reclamos eran por atrasos de dos o tres meses, mientras que en esta oportunidad les adeudan pagos desde hace seis meses, lo cual torna a la situación aún en más crítica.
“No hemos cobrado ni el diez por ciento de la facturación que tenemos, pero rentas, impuestos, AFIP, alquileres, todo nos llega con intereses. Estamos a punto de no poder pagar los monotributos. Capaz te llega la factura de un paciente, no es afrontable en el tiempo”, sostuvo.
Salcedo indicó que, si bien la provincia no tiene incumbencia en el tema, no fueron contactados por los representantes de la Superintendencia en estos días de reclamos para buscar soluciones a la situación, ya que las intimaciones a las obras sociales “no funcionan”. El delegado de Salta, Alberto Escribas, se encuentra de vacaciones de acuerdo a lo que informaron desde el organismo a los manifestantes.
El reclamo de los profesionales y la historia de nunca acabar
Las profesiones afectadas son psicología, fonoaudiología, psicopedagogía, los transportes, acompañantes terapéuticos, y especialidades como musicoterapia, natación adaptada, maestras especiales, entre otras.
Incluso, señaló Salcedo, hay obras sociales que adeudan pagos desde el año pasado. La que cuenta con mayores demoras es la Obra Social de los Trabajadores Rurales y Estibadores de la República Argentina (OSPRERA).
La profesional también comentó que no recibieron el apoyo de las familias de los pacientes y remarcó que de no solucionar la situación, los afectados serán los niños y niñas que no tendrán la atención que requieren ya que la situación “no es conveniente” para los trabajadores, “pero uno sigue por vocación”, dijo.
Escribas, por su parte, manifestó a este medio que las protestas deberían realizarse en las obras sociales y no a la Súper Intendencia. “Tengo entendido, por lo que estuve hablando con la gente que trabaja conmigo, que también estaban pidiendo aumentos y otras cosas, pero eso depende de cada obra social, cada prepaga. La obra social provincial paga casi la mitad de lo que pagan las obras sociales nacionales. Hay diferentes tipos de situaciones. Entiendo que para visibilizarse van a reclamar a la Superintendencia, pero no somos el medio indicado”, expresó.
“Las obras sociales pagan directamente todo lo que son la asistencia que da a través de lo que le descuenta a los empleados y lo que aporta el empleador. De ahí hay un porcentaje que va para el sistema de reintegros. Eso es para todas las enfermedades como SIDA o cáncer, que son de por vida o que son de difíciles, y también para discapacidad. O sea, las obras sociales pagan y presentan para que se les reintegre a las mismas obras sociales”, explicó Escribas sobre los pagos y agregó que el año pasado si hubo demoras en el reintegro a las obras sociales, pero que desconoce si sucedió lo mismo en esta oportunidad.
El reparto de las culpas entre la Super intendencia y las obras sociales
Frente a los reclamos por parte de los profesionales de la salud, por Aries (91.1), el titular de la Superintendencia, Alberto Escribas, señaló que “no corresponde” realizar la manifestación en el organismo y apuntó contra las obras sociales.
“Las obras sociales recuperan todo lo que abonan por discapacidad, en este caso no corresponde que ni los profesionales, ni los papás hagan una manifestación ante la Superintendencia, porque la Superintendencia a la que le da el dinero es a las obras sociales exclusivamente”, dijo.
Escribas agregó que es necesario saber cuáles son las obras sociales que no están pagando a los profesionales para actuar sobre ellas. “La Superintendencia lo único que hace es pasar el informe a la AFIP: “se debe tanto, retenga tanto”, la AFIP retiene y le deposita a las obras sociales. La Superintendencia no maneja dinero sino papeles, nada más”, manifestó. Así mismo, el titular explicó que el organismo sólo regula las obras sociales nacionales y prepagas, no las provinciales.
