“Si bien hubo un poco menos de pirotecnia sonora que en otros años, hubo estallidos. Hay algo que falló y evidentemente es el control. Hubo hasta malas intenciones ya que recibimos mensajes de gente que compró teóricamente pirotecnia no sonora y tenían estruendos y pagaron más”, manifestó Luis González, referente de TGD Padres TEA Salta.
El hombre hizo foco, además, en la falta de compromiso empresarial, que al saber que no se permite la comercialización de pirotecnia sonora lo mismo vendieron. “La pirotecnia se vendía por Facebook, en peatonales, por todos lados. La falta de empatía nos dolió porque no es capricho ni que nos moleste la pirotecnia, sino que a la mayoría de nuestros peques les hace daño”, agregó.
González también señaló que muchas familias tuvieron dificultades para comunicarse al 0800 de la Municipalidad para realizar los reclamos por la venta y uso de pirotecnia sonora. “Llamaban al 0800 y no funcionaba, llamaban al 911 y no sabían cómo proceder. Por ley no podemos hacer que otro sea empático, pero está la ordenanza”, dijo.
Para que realmente se cumpla la premisa de “pirotecnia sonora cero”, González precisó que debe reflotar la idea de una ley provincial. “Al no estar legislado en los municipios vecinos los personas que viven en Santa Ana cruzan la cuadra y compran pirotecnia en Cerrillos. Compran allá, compran acá, por eso tiene que haber una ley provincial. Veremos con qué legislador podemos reunirnos”, agregó.
Sin embargo, no dejó de destacar que hubo un avance en materia de legislación sobre la manipulación de los fuegos de artificios, aunque no se haya cumplido en estas fiestas. “Estamos contentos porque estamos generando conciencia y se habla más del tema, pero no toda felicidad es completa. Afortunadamente se está tomando conciencia. Son niños los que sufrieron quemaduras por pirotecnia y eso es control de los padres y no del Estado.
Hubo una merma del uso de pirotecnia, pero a que sea pirotecnia cero quedó claro que falta mucho, falta control, coordinación y educación”, disparó.