Pese a ello, la provincia superó sus últimos y penúltimo lugares en la inversión, situación en la que se encontraba en los relevamientos 2001, 2003, y 2015 respectivamente.
Según los datos, en 2017 el promedio de inversión educativa por alumno de gestión estatal por provincia era de $74.248. La provincia aparece como la quinta que menos invierte, con $50.442 por alumno.
Desde el CIPPEC se indica que "estos datos expresan la injusticia federal persistente entre las jurisdicciones provinciales. No son las provincias que mayor esfuerzo realizan las que alcanzan niveles de inversión más altos, ni tampoco niveles similares de esfuerzo resultan en niveles de inversión parejos... son al menos tres las dimensiones que inciden en la desigualdad entre las provincias: las diferencias en su capacidad de recaudación fiscal; la porción de recursos del régimen de coparticipación federal de impuestos que reciben según las fórmulas establecidas por ley; y el esquema de transferencias no automáticas por parte del ministerio nacional, que no contempla a priori criterios redistributivos". Entre las provincias que realizaron un mayor esfuerzo para llegar a una mayor inversión, se encuentra Salta.
Según el análisis general realizado, “la salida del gradualismo fiscal a partir de 2018 tuvo un fuerte impacto en el presupuesto educativo. Los datos presupuestarios consolidados de la Nación y las provincias entre 2005 y 2017 (último dato disponible), muestran que la inversión en educación no está protegida de los vaivenes macroeconómicos.
Entre 2016 y 2018 la inversión educativa nacional cayó un 9% en términos reales. A su vez, la inversión provincial cayó 8% entre 2015 y 2016, se estancó entre 2016 y 2017, y se estima que retrocedió en 2018 por la caída real del salario docente, que representa el 90% del presupuesto educativo provincial.