Ese barrio es –prácticamente- dominio del “Rey”, un narco ampliamente conocido en esa ciudad. Según lo informado por la policía, más de 50 efectivos participaron del operativo que terminó con la detención de los dos mayoristas de pasta base, marihuana y otras sustancias ilegales en el Valle de Siancas.
La captura se concretó el viernes, lo que generó la atención de numerosos vecinos, quienes vieron desfilar varios móviles policiales por la ciudad. Uno de los sujetos es conocido entre los dealers como “Pepo”, quien responde a la identidad de Mario Alberto Martearena. Para dar con estos delincuentes, la policía llevó adelante un impresionante despliegue sobre el difícil barrio El Naranjito, núcleo suburbano que colinda con las vías del ferrocarril Belgrano y los cañaverales del ingenio San Isidro.
Justamente esta ubicación le permitió a "Pepo" y a su jefe eludir a la Justicia en otras oportunidades, cuando los anillos de "soldaditos" (sus dealers del menudeo) le avisaban cuando la policía u otro vehículo no identificado se acercaban a las calles del barrio El Naranjito.
Se durmieron
En simultáneo cayó el líder de este clan. Se trata de José Humberto Liquín, alias "El Rey", sujeto de quien se dice hacía los tratos con los proveedores del norte. Cuando sus “soldaditos” daban el alerta, el "Rey" salía a su fondo, cruzaba las vías y se internaba en los cañaverales haciendo imposible su captura. Esta vez el narco no tuvo tiempo de desayunar cuando cincuenta efectivos de la Policía provincial estaban rodeando todas las vías de escape y sus ayudantes dormían.
Según se pudo conocer, tanto el “Pepo” como “El Rey” tenían su abastecedor mayorista en la localidad de Aguas Calientes, en Jujuy, y en Pampa Blanca.
Reincidente condenado
El juez Ricardo Martoccia, vocal de la Sala I del Tribunal de Juicio de Tartagal, condenó en audiencia de juicio abreviado a Carlos Rafael Herrera López, de 39 años, a la pena de 9 meses de prisión de ejecución efectiva por ser autor responsable del delito de robo en concurso real (tres hechos). El hombre fue declarado reincidente por segunda vez atento a los antecedentes condenatorios que registraba. En marzo del año pasado, el acusado rompió el candado de un domicilio, ingresó y sustrajo un televisor, dos garrafas y la suma de dos mil pesos en efectivo.