Los penados de la planta alta del pabellón 5, tenían prácticamente listo un boquete para evadirse y la mayoría quería festejar el año nuevo en libertad, pero no pudieron lograr su propósito.
El domingo pasado, según se conoció extraoficialmente en una requisa general y sorpresiva se ubicó el boquete, el que estaba oculto rellenado con jabón y papel. Llamó la atención de los carceleros la diferencia de color que se observaba en la pared en una de las celdas. Mediante el procedimiento realizado en la unidad carcelaria, situada detrás del barrio Néstor Kirchner, los guardias lograron secuestrar celulares, cargadores, puntas y otros elementos, pero en una celda con internos peligrosos pudieron descubrir el mencionado boquete con dimensiones suficientes para el paso de los cuerpos y darse a la fuga.
Los presidiarios que intentaron la fuga están catalogados de peligrosos delincuentes, y en su mayoría están condenados por homicidios.
Se investiga al cerebro y partícipes de este intento de fuga.