Lo que no se dijo, al menos oficialmente, es que dicha renovación no sería la única que el Gobierno tendría entre manos, pues anoche surgieron fuertes rumores que indicaban al actual secretario de Seguridad, Benjamín Cruz, como otro en retirada.
La salida de este funcionario, según fuentes de la cartera de Seguridad, habría sido promovida por el titular de dicho Ministerio con la compañía de un alto magistrado, quien ya se hizo ampliamente conocido por llevarle al Gobernador “soluciones” a problemas que no existen.
Esta trama tendría como eje central las derivaciones de una investigación penal, pues habría escuchas telefónicas que sugieren intervenciones inusuales en el destino de una importante cantidad de hojas de coca. Este resulta el argumento de trasfondo, del cual no hay mucha certeza, como tampoco la hubo hace unas semanas atrás cuando se llevó a cabo una autopsia muy delicada, cuyo resultado nadie conoció e incluso el médico forense se habría marchado de la provincia con rumbo desconocido, pero con un jugoso sueldo.
Lo cierto, en tanto, es que este hecho se anunció como una renuncia que habría presentado la comisario Norma Morales, quien prefirió, cumplido sus 30 años de servicio, avanzar hacia un retiro más tranquilo.
Morales se desempeñó en diversas tareas dentro de la fuerza y en diciembre del año pasado, tras 29 años de servicio, fue designada como la primera Jefa de Policía de la Provincia.
Su gestión, sin embargo, pasó sin penas ni gloria, pues rápidamente quedó en evidencia la falta de tacto y experiencia para ganarse el reconocimiento de sus pares.
En materia de recambio, hasta anoche, sonaban varios nombres. La dupla con mayor probabilidad podría ser conformada por el comisario José Ibarra, de la Unidad Regional de Tartagal, quien podría llegar al alto mando policial acompañado de la comisario Adriana Herrera, con lo cual se mantendría la paridad de género en la fuerza.