Es justamente en Salta donde esta actividad se denunció, evidenciando el deterioro que genera la venta de esos pertrechos a valor dólar y sin control ni facturas mediante.
Por ese motivo, la CIMCC remitió una carta a las autoridades nacionales y de la provincia de Córdoba a los fines de que tomen intervención para frenar este contrabando que se da a través de la frontera de Salta con Bolivia principalmente.
El texto de la carta que la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba presentó ayer está dirigida al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; al secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, Ariel Schale; la directora general de Aduanas, Silvia Traverso; la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos - AFIP, Mercedes Marcó del Pont; el ministro de Industria, Comercio y Minería de la Provincia de Córdoba, Eduardo Accastello; y el secretario de Industria de la Provincia de Córdoba, Fernando Sibilla, es el siguiente:
"Desde la Comisión Directiva de la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba - CIMCC - queremos hacerle llegar nuestra preocupación sobre una problemática que afrontan las industrias de la rama refinadores de metales, cuya actividad consiste en la producción de aleaciones mediante el reciclado de rezagos de aluminio de origen post industrial y post consumo, como su principal materia prima.
Este sector se encuentra actualmente afectado por la inusual escasez y consecuente aumento de precio de estos rezagos de hasta un 100 % en lo que va del año, situación que responde a diversos factores.
Estas materias primas que se utilizan para la producción de aleaciones, destinadas a mercados como el automotriz, autopartista, electrodomésticos, acerías, materiales eléctricos, entre otros, han visto incrementado sus precios de manera desproporcionada en el mercado local debido a:
- La caída de la producción nacional de los últimos años que trae aparejado una reducción en la generación de rezago de origen industrial.
- El presunto tráfico ilegal (contrabando) a través de las fronteras del norte del país, fomentado por la enorme brecha cambiaria existente. Documentos y datos que constatan esta situación, ya presentados ante las autoridades pertinentes, confirman que gran cantidad de chatarra se está “escapando” por las fronteras, donde se comercializa al ritmo del dólar paralelo.
Si bien rige una resolución que grava con 40% la exportación de rezagos metálicos, estas maniobras están eludiendo todo tipo de control y fiscalización, evadiendo la pretendida recaudación.
Desde CIMCC queremos informar que esta situación atenta contra la competitividad de nuestras empresas y de toda la cadena de valor, generando un efecto cascada negativo que incluye desde la promoción de la importación de materias primas, hasta la importación de productos elaborados en reemplazo de los que nuestras industrias fabrican localmente.
Además, incentiva la informalidad, ya que los chatarreros y/o acopiadores locales, tienen la oportunidad de vender su mercadería a estos intermediarios que la venden en las fronteras con países limítrofes, sin facturarla, evadiendo todos los impuestos involucrados: IVA, Ganancias, Ingresos Brutos, Tasas Municipales, etc., que devengarían en caso de venderla a nuestras empresas locales.
Por lo expuesto, solicitamos a las autoridades nacionales y provinciales correspondientes arbitrar con urgencia las medidas necesarias para:
Frenar la salida ilegal o contrabando de rezagos de aluminio incrementando los controles fronterizos.
Esto evitará la competencia desleal que tanto está perjudicando a nuestras empresas y a toda su cadena de valor en el mercado local, al punto de poner en riesgo la subsistencia de las mismas.
Habilitar la importación de rezagos de aluminio para suplir la escasez del mercado local.
Esperamos su respuesta concreta y compromiso para detener esta situación a toda vista perjudicial para el desarrollo industrial en un país que pretende sostener su protagonismo productivo en la región”, finaliza el comunicado.
