Las hermanas Carmelitas Descalzas realizaron la denuncia a Monseñor Mario Cargnello y a tres sacerdotes por violencias de género y económica, lo que motivó
un grado de acuerdo en el fuero canónico con la intervención de enviados del Vaticano y que, entre otros ítems, apunta al archivo de la causa en el fuero ordinario de la justicia. No obstante, para los sectores feministas, la situación todavía deja aristas sin limar, en tanto que, en relación al culto por la Virgen del Cerro, si bien desde el Arzobispado autorizaron a continuar con la devoción privada, e inclusive la celebración de una misa, remarcaron que no es reconocido por la Iglesia.
Con el respaldo expreso de la Santa Sede, a través de una nota de la Congregación para los Institutos de Vida Religiosa, tanto el arzobispo, monseñor Cagnello, como la priora del monasterio de las carmelitas descalzas de San Bernardo, María Fátima del Espíritu Santo, el 27 de agosto pasado llegaron a un acuerdo para "restablecer el diálogo fraterno" después de años de denuncias cruzadas, acusaciones de abusos, desfalcos económicos y violencia de género.
Al respecto y en diálogo con Nuevo Diario, el abogado del Arzobispo Mario Antonio Cargniello recalcó el trabajo del Delegado del Vaticano, el Dr. Javier Belda Iniesta (quien también intervino como abogado canónico del Obispo Gustavo Zanchetta, condenado por abusos sexuales) para "volver a unir a la Iglesia". En ese sentido, el letrado salteño remarcó que, con el arribo de este acuerdo, finalmente "la autoridad del Arzobispo de Salta se vio fortalecida, porque cualquier cuestionamiento que surgió oportunamente, hoy se encuentra saneado por el reconocimiento de esta autoridad por parte de las hermanas del Carmelo, llevándose de las mismas al cumplimiento de todas las reglas que establecen los códigos canónicos".
El acuerdo
El documento firmado entre las partes consta de 11 puntos entre los que se destacan el nombramiento de una nueva priora, quien a su vez propondrá un sacerdote capellán que será aprobado por el Arzobispo. Otro punto del acuerdo es que el monasterio rendirá sus cuentas anualmente tras la designación de una monja ecónoma. Por último, subraya que "dado que los compromisos asumidos contemplan las recomendaciones que el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica había hecho al Monasterio, se suspende la decisión de nombrar Asistente Apostólico hasta el próximo 1º de abril de 2023, fecha en la que el Garante informará sobre el cumplimiento efectivo de los acuerdos firmados".
El asunto judicial: preocupación desde los sectores feministas
Romaní detalló sobre la cuestión judicial el levantamiento de la medida donde se había puesto una custodia en el convento, y respecto de la prohibición de acercamiento se acordó la misma a 100m, explicando que "si bien continúan las medidas porque las denuncias no pueden ser levantadas, claramente le está dando el indicio a la jueza que no existe conflicto ni existió violencia alguna por no haber temor de las partes". Asimismo, informó en cuanto a las denuncias existentes que el 14 de octubre la denuncia por violencia de género que realizaron las monjas del convento contra la figura de Cargnello, cumplirá 6 meses por lo que, de no tener novedades, se procederá al archivo de la causa. Sobre esto trascendió que se busca que las actuaciones queden sin efecto para que todas las medidas cautelares que se interpusieron desde la Justicia también pierdan vigencia.
Al respecto de este punto del acuerdo, desde los sectores feministas que apoyaron a las monjas durante el proceso judicial, advirtieron sobre el alcance de este acuerdo, y remarcaron la importancia de la intervención del Poder Judicial, que hasta el momento no realizó ninguna homologación de los suscriptos.
Así lo indicó a Nuevo Diario la abogada Soledad Deza de la organización feminista "Mujeres por Mujeres" (presentada como amicus curiae en la causa por violencia de género a las hermanas Carmelas): "cualquier acuerdo que se realice en el marco de una denuncia iniciada por violencia, necesita la intervención del poder judicial, porque cualquier acuerdo supone la igualdad de las partes en la negociación y una situación de violencia da cuentas de la asimetría de poder entre las partes involucradas". En ese sentido aclaró que no se trata de un cuestionamiento hacia el acuerdo firmado, y que, tratándose de una denuncia de estas características, la misma no cede ante el derecho canónico porque son cuestiones de orden público, y es la Justicia la que también tiene la obligación de supervisar el cumplimiento del mencionado acuerdo. Para la abogada, todas estas observaciones van más allá del archivo de las actuaciones.
Sobre el culto a la Virgen del Cerro
Finalmente, y en cuanto al culto a la Virgen del Cerro, Romaní puntualizó que "queda todavía vigente, el documento emanado de Roma, el dicasterio que plantea el apartamiento de la obra de la Virgen del Cerro y si bien es un culto privado, se deja claro que no es un culto avalado por la Iglesia Católica". No obstante, el acuerdo apunta que la priora "proveerá, junto a la comunidad, un proyecto formativo que desarrolle el estudio de la espiritualidad carmelitana y la especificidad de la vida monástica", al tiempo que "cada hermana, como el resto de los fieles, puede practicar las devociones particulares que desee, cuando dicha práctica no impida la observancia de la Regla y de sus propias Constituciones".
Del mismo modo, se autorizó a la celebración de una misa en el santuario del cerro en el mes de diciembre y en el marco de las fiestas vinculadas con estas apariciones que continúan bajo la lupa de la Santa Sede, y atentos a que desde el Vaticano entienden que no puede cortar "inmediatamente" y de raíz el vínculo del Carmelo con la "Virgen del Cerro", pero espera avanzar en esa línea en los próximos meses.
Cabe recordar que el conflicto surgió por el año 2003 cuando monseñor Cargnello advirtió que la adhesión de las hermanas carmelitas descalzas a la “Virgen del Cerro” podría derivar en un cisma, sino acataban separarse de esa devoción que nunca contó con la aprobación de la Iglesia, luego de que María Livia Galliano Obeid (quien tuvo las revelaciones de la Virgen) no presentó los resultados del estudio psicodiagnóstico que se realizó a pedido de la Iglesia.
El problema de fondo fue la negativa a los pedidos del Arzobispado y del Vaticano de terminar el vínculo con esa devoción, por lo que en abril de este año, el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica determinó que la comunidad de las Hermanas Carmelitas de Salta "no debe en ningún modo involucrarse en actividades ligadas a la así conocida ‘Obra yo soy la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús y yo soy el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús’ y sostener esta actividad".
