El 5 de junio, el cableado se prendió fuego no provocando daños graves, ni víctimas, pero sí la perdida de varios electrodomésticos, por lo que tuvo que intervenir Bomberos.
Luego Edesa retiró el medidor por comprometer la seguridad de los moradores de los 22 departamentos del edificio. Desde entonces los vecinos, entre los que se encuentra una adulta mayor que cuida a un hijo con ACV, no tienen luz y algunas veces tampoco agua.
En la denuncia que radicaron los vecinos a través de un asesor letrado en la Fiscalía Penal N° 1 se solicita informes a Consejo Profesional de Agrimensores y Profesiones Afines (Copaipa), Aguas del Norte, Dirección General de Inmuebles, Obras Públicas de la Municipalidad, Gasnor y Bomberos para saber si el edificio se encuentra debidamente habilitado y cumple con todas las normativas vigentes que garanticen las condiciones mínimas de vivienda.
Evangelina Tolaba contó a Nuevo Diario que alquila el departamento desde abril del año pasado, y que el servicio de la luz se lo cobraban cuando pagaba el alquiler, sin desconfiar que no tenía habilitación para tener medidores individuales.
"Alquilé como corresponde, con mes de depósito y garante. Después que nos quedamos sin luz lo convocamos al dueño a dos conciliaciones porque le dimos tiempo a que solucione el problema, la denuncia la hicimos recién el 23 de junio. Él le echaba la culpa a Edesa y pidió una medida cautelar para que tengamos luz, pero Edesa le dijo que no tenía habilitación", manifestó.
"Queremos que nos rescinda el contrato y nos permita irnos a vivir a otro lugar porque sin luz no se puede estar. No todos tenemos dinero para irnos a otro lugar y él tiene que hacerse cargo. Por la pandemia me quedé sin trabajo y trato de remarla como puedo", finalizó Tolaba.