La pequeña Mafalda “apenas” ocupó el período 1964-73, pero fue el vehículo con el que mejor transmitió su visión del mundo, tierna y surrealista, pero también cínica y contestataria. Precisamente el martes se cumplían justo 56 años desde que saliera la primera publicación de “Mafalda”. El 21 de mayo de 2014 ganó el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
La obra de Quino no se circunscribe solo a Mafalda. Quino, argentino e hijo de españoles, creó a Mafalda casi por casualidad.
Dibujante desde 1954, gozaba ya de cierta fama cuando en 1962 recibió el encargo de crear una tira cómica que los electrodomésticos Mansfield utilizarían como publicidad, porque en 1963 ya publicó una recopilación de su obra.
El encargo exigía una tira de ambiente infantil, imitando a Charlie Brown y Snoopy, y cuyo protagonista debía tener un nombre que comenzase con la “M” en alusión a la empresa.
La tira no tuvo mucho recorrido pero se desarrolló en 1964 con vida propia y Mafalda como protagonista: una niña de abultada cabellera y edad quizá entre los siete y diez años, que se convirtió en ícono en todo el mundo de habla hispana y en general latino -también en Francia, Italia o Grecia- merced a su interpretación de la realidad, siempre contestataria y cuestionadora de autoridades e ideas preconcebidas. Ella y su “corte” -sus padres, su hermano Guille, sus amigos Manolito, Susanita, Libertad, Felipe, Miguelito...- interpretaron a la perfección el ambiente contestatario de los años 60 y posteriores y las ansias de progreso social.