Desde la organización detallaron que cierran un año positivo por los proyectos que se concretaron, pero se mostraron decepcionados por el nulo avance del Programa Provincial Mi Lote.
Hasta ahora la organización construyó 718 viviendas de emergencia en 13 comunidades de tres municipios, generando un impacto directo en la calidad de vida de más de 4000 personas.
Haciendo un balance de fin de año, Carlos Durán, presidente saliente de TECHO Salta, sostuvo que "fue un año muy bueno porque pudimos concretar muchísimos proyectos, por ejemplo, en La Ciénaga (San Lorenzo) hicimos una posta sanitaria que permite a las familias que no tienen agua potable sacar agua para las actividades mínimas. También colocamos 26 luminarias solares led que mejoran la seguridad del barrio".
Agregó que en La Cerámica se hicieron 480 metros de vereda que permite a los vecinos transitar con tranquilidad en tiempo estival. "En Juan Manuel de Rosas terminamos el SUM, que es un proyecto que iniciamos hace seis años y logramos reunir los fondos para terminar el salón, hacerle la instalación eléctrica y baño y ponerle ventanas. Estamos cerrando el año con 27 viviendas construidas", detalló Durán.
El referente de TECHO celebró los anuncios que se hacen desde Nación y que impulsan el trabajo conjunto entre la Secretaría de Integración del Gobierno nacional, provincia y la Municipalidad de Salta. "Aún no hemos visto nada concreto, pero son buenas noticias. Sin embargo vemos con preocupación que uno de los programas o políticas anunciadas a nivel provincial para resolver la problemática habitacional que era el programa Mi Lote, no ha entregado ni un solo lote a nadie", disparó Durán.
Una casa de TECHO
Por otro lado, el presidente de la ONG dio detalles de cómo se hace el proceso de selección de las familias para que puedan tener una vivienda de emergencia. "TECHO junto a la comunidad tiene en cuenta cinco indicadores de emergencia que son situación económica, hacinamiento, estructura familiar, enfermedades relacionadas con la vivienda y estado de la vivienda. Luego inicia un proceso de relevamiento para identificar indicadores objetivos clave frente a estos criterios", dijo.
Explicó que luego se pasa a un proceso de comparación de datos relevados de la comunidad con datos oficiales de hacinamiento y el precio de la canasta básica. Luego se seleccionan a las familias que se encuentran en mayor emergencia.
Por último, los casos son llevados a la comunidad. Se exponen manteniendo el anonimato de los datos, con la intención de que sean validados por los vecinos y vecinas referentes de la comunidad. Una vez confirmadas, las familias firman un compromiso con la organización en la que acuerdan participar activamente de la construcción de la vivienda, en la descarga de materiales para la construcción en el barrio, no vender ni hacer mal uso de la misma por un plazo mínimo de 2 años, y finalmente hacer un aporte solidario de $ 1.800 total por familia. En caso que no puedan pagar, se hace una excepción, siempre y cuando tengan ingresos muy bajos.
Voluntarios
Los interesados en participar de la última construcción deben tener al menos una dosis contra el COVID-19 y pueden anotarse en: https://linktr.ee/construccionesTECHOsalta.
