"Vamos a compartir con los alumnos de la escuela y familias de El Rosal un momento para recordar al padre Chifri, porque era un lugar que él quería muchísimo. Chifri hizo construir la capilla de El Rosal y cuando se recuperó del accidente que tuvo, allí dio su primera misa", contó Carlos Figueroa, vocero de la Fundación Alfarcito.
Contó que, con Aldo Palacios, director del establecimiento educativo de ese paraje y a quien el sacerdote estimaba, decidieron recordar a Chifri con alumnos y familias de los cerros.
"Chifri es el ángel de los cerros. Está en la memoria colectiva de los que lo conocieron, los grandes se emocionan o se les hace un nudo en la garganta y no pueden hablar, ellos se sintieron muy solos en la pandemia. Y recordaban que Chifri iba a las comunidades y se quedaba dos o tres días. Los jóvenes que no lo conocieron escucharon hablar de Chifri", afirmó Figueroa.
El sacerdote falleció el 23 de noviembre del 2011. Sus restos descansan en la capilla de Alfacito luego de ser despedido por una multitud.
Llegó a la zona en 1999 y desde entonces trabajó incansablemente para promover a las comunidades de esa extensa y aislada zona. Llegaba con su poncho y su guitarra, cantándoles las coplas de los pueblos andinos.
En octubre del 2004 sufre un accidente al practicar parapente. Una ráfaga de viento lo lanza hacia unas rocas, causándole lesiones graves en la médula, que le impidieron caminar.
Entre sus obras se destaca la construcción de un comedor comunitario para 170 chicos de Rosario de Lerma; la organización de la primera Fiesta y Feria de la Papa Andina en 2011 para promover la economía de los productores de la zona. También fue el impulsor de la Fundación Alfarcito.