Se trata de un trabajo multisectorial, en el que intervienen el programa provincial de Oncología dependiente de la Subsecretaría de Medicina Social, la Dirección de Atención Primaria de la Salud (APS), el laboratorio de Captura Híbrida del hospital San Bernardo y el Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cervicouterino (PNPCC). Reemplaza ventajosamente al Papanicolaou.
La estrategia tendrá como actores fundamentales a los agentes sanitarios, quienes serán los encargados de hacer la promoción casa por casa y ofrecer a las mujeres de más de 30 años la posibilidad de efectuarse ellas mismas y en la intimidad de su hogar la toma de la muestra para detección del virus del papiloma humano (VPH).
Los agentes sanitarios entregarán a cada mujer que acepte efectuarse la autotoma el material necesario, con las instrucciones correspondientes. Las muestras serán procesadas en el laboratorio del hospital San Bernardo, especialmente dedicado a la detección del VPH.
En el caso de que el resultado sea positivo, el agente sanitario se encargará de citar a la mujer para que concurra a los servicios de salud para efectuarse un examen de Papanicolaou (PAP) u otros estudios para descartar o confirmar la presencia de cáncer de cuello de útero o la propensión a desarrollarlo.
“Si el resultado es negativo, la mujer puede estar tranquila, y realizarse un nuevo test luego de cinco años”, dijo Luciana Prozzillo. La profesional explicó que “lo que se busca es detectar el VPH para prevenir el cáncer de cuello de útero, porque la presencia de este virus es una condición que favorece el cáncer”.
La médica aclaró “que la mujer tenga VPH no significa que tenga cáncer, pero debe hacerse un PAP para saber si el virus produjo una lesión. Si hay lesión, se la trata antes de que se transforme en un cáncer”.