En su charla con Nuevo Diario, la autora contó el proceso que le llevó a escribir el libro de 76 páginas y en ellas volcar 26 poesías en homenaje a su hijo Juan José, quien fue padre de Baltazar y Federica. También relata cómo pudo mitigar el dolor en su creación, para ver nacer en este primer libro la transformación positiva para ayudar a otros en el dolor de la pérdida de un ser querido, como lo es un hijo. A Yolanda Justiniano se le quebranta la voz y dice: “Escribí un poema cada mes que cumplía la fecha de su muerte, escribir me ayudó al proceso de sanación. El 8 de septiembre se cumplieron tres años de su muerte, si bien no supero el dolor que sentí por su muerte, trato de sobrellevar estos instantes infinitos de no tenerlo.” Comentó que escribe desde muy joven, y que esa es la manera que encontró de no morir de tristeza. Interrumpe el silencio y relata: “mi hijo murió un 8 de septiembre, le había dado un ACV (accidente cerebro vascular), el 1 de septiembre. La noche de cena del 31 de agosto yo había notado en Juan algo extraño en su comportamiento, su rostro pálido y sus ojos desorbitados. El día domingo a las 5.30 mi hijo despierta a Mariela, su esposa, y le pide que lo lleve al médico porque le explotaba la cabeza de dolor, llegan al centro de Salud de un barrio de zona sur de la capital salteña, no había ni médicos ni ambulancia, por lo que es asistido por una enfermera, que tenía un protocolo que no siguió y le dijo que se lo lleve a la clínica o al hospital. Llegando a la clínica de calle Urquiza le efectúan una tomografía computada y allí observan que ya había hecho el ACV, ese día le hicieron 5 operaciones para salvarlo, estuvo 7 días en coma, finalmente ¡no sobrevivió, no sobrevivió!”.
Yolanda piensa mientras comenta: “Mirándolo hacia atrás, si hubiera sido atendido a tiempo, si la enfermera hubiera cumplido con ese protocolo que tenía que cumplir de asistencia a un paciente con síntomas de un ataque cerebro vascular, de llamar al SAMEC para que le vaya indicando que hacer con ese paciente de riesgo, se habría salvado, o tal vez no, no lo sé, y quizás si hubiese estado el médico que tenía que estar y la ambulancia, él podría estar hoy con su familia. Han pasado tres años y no sé si algún día como madre podré superar la pérdida de mi hijo; pude plasmar en cada poema que le escribí todo lo que me iba pasando todos estos años. Además, intento ayudar con esto a madres y padres que perdieron a sus hijos y que la sociedad tome conciencia de cuáles son sus derechos, y que el sistema de salud entienda que la vida es lo único valioso que tenemos.”
Archivo de la memoria
La secretaria de Derechos Humanos, Mariana Reyes, y la directora del Archivo Provincial de la Memoria, Alba Fernández, se reunieron con autoridades y miembros de Directorio del Archivo Nacional de la Memoria y de la CONADEP con el objeto de intercambiar experiencias y avanzar en la planificación de acciones en el marco de los procesos iniciados para la identificación, sistematización y posterior digitalización de los documentos provinciales del Archivo de la Memoria.
En el encuentro también se plantearon y consensuaron acciones de trabajo para potenciar la federalización de los acervos documentales en función de desarrollar una política integral de reivindicación de los derechos humanos, desde la construcción de memoria, el acceso al derecho de la información, la sensibilización y concientización sobre los tiempos históricos de gobiernos militares”.
