El libro “El silencio. Postales de La Perla” se presentará el viernes 30 de junio en nuestra ciudad, a las 18:30, en la sala Walter Adet de la Coordinación de Bibliotecas (Belgrano y Sarmiento). El acto empezará con una entrega de reconocimientos municipal y provincial y luego se hará la presentación literaria. Se referirán al trabajo integrantes de organizaciones de derechos humanos de la provincia y la autora, Ana Iliovich. Además actuará el músico Luis Palavecino.
“Yo quiero tener esperanzas”, respondió ante la consulta acerca de si la humanidad puede aprender de sus errores. “Hay cosas muy hermosas de la vida que hay que tratar de rescatar, vivir y disfrutar, pero sin dejarnos que el silencio nos atrape porque si nos atrapa, va a ser mucho más negro”.
A los 20 años, el 15 de mayo de 1976, Iliovich fue secuestrada y soportó dos años de detención en La Perla. Hace dos meses publicó la obra que se presenta hoy.
“El título del libro alude a la gran particularidad, la dificultad de hablar sobre eso. Sobre lo que nos pasó, sobre el terrorismo de Estado, o sea el silencio que atravesó a nuestra sociedad durante la dictadura y luego de la dictadura.
Me parece que lo más importante para señalar y que el libro intenta decir es, la dificultad de poder poner palabras a esto tan terrorífico que nos pasó, no sólo a los que estuvimos adentro, sino a los que estuvieron afuera como sociedad”, sostuvo Iliovich en charla con Nuevo Diario.
Y trata también sobre “cómo intentar volver a la vida”. Tanto personalmente como la sociedad. “Narra situaciones particulares que yo viví, intentando siempre no ser morbosa (...), sino que desde esas situaciones particulares haya una reflexión sobre lo que me pasó y sobre lo que nos pasó”.
Todavía queda mucho por hablar de los años de la dictadura, consideró Iliovich. Por eso el libro, “porque creo que por supuesto que hemos vivido un proceso importantísimo y muy valios, pero también yo digo que son años que nunca terminan de terminar y nunca se termina de hablar”.
Siente, dijo “la enorme necesidad de entender y poder dar sentido a cosas muy terribles, a situaciones que escapan a lo que uno podría pensar de lo que debería ser la especie humana”, de entender cómo reconciliarse con la especie. “Y cómo además creo que la palabra es sanadora, es necesario hablar mucho y seguir hablando para poder encontrarle alguna explicación, algún sentido, alguna esperanza y futuro también”.
En este sentido destacó que el libro “está dedicado a los hijos, a los jóvenes a las nuevas generaciones” con la “idea de que se pueda aprender algo de este horror. Se pueda sobre todo aprender a no repetir. Por eso hay que hablar, para no repetir”.