La obra es de danza jazz contemporáneo, y trae al escenario la vecindad de "María Mulata", donde sus diez inquilinas bailan sin música y aunque no tengan motivo.
La característica es que la ropa que se lava y se cuelga, nunca se seca. La única forma que alcanza es aprovechar el calor de los cuerpos. Verlas atarse en largos abrazos no es extraño, ya que cuando la piel levanta temperatura, se produce en las ropas el milagro del secado. En este enjuague, sobrino del viejo realismo mágico, tres de ellas mantienen distintos amoríos con un mismo escribidor.
El staff de bailarinas está integrado por Paula Alderete, encargada de la dirección y coregrafías. La ambientación es de Juan Vilariño, con la asistencia de Milagro Ritzer, y visuales de Javier Cook.
El cuerpo de baile está conformado por Candela Aloia, Carla Bauch, Flavia Quispe, Florencia Mascarello, Luciana Cardozo, Matilde Paul, Milagro Ritzer, Natalia Lorenzetti y Rita Di Vece, además se suma como bailarín invitado Axel Sloski, entre otros.