Mientras vivía en una pensión de La Boca y hacía changas, compartía momentos con su guitarra y amigos. Ese don de cantor e intérprete comenzaba a despertar y el estrellato no se avizoraba lejano. Pero llegó 1955 y con el la Revolución Libertadora de Eduardo Lonardi y Pedro Eugenio Aramburu y se produjo el derrocamiento del líder de las masas.
Fue allí que se hizo comunista y se afilió al que denominaba “glorioso Partido Comunista", con las complicaciones que ello significó en esos tiempos. Aunque componía canciones sobre el amor y la tradición, tenía esa necesidad de expresar las injusticias. En poco tiempo se convirtió en la voz del publo que en ese época no tenía voz.
Primer simple de Horacio Guarany Del lado 1 Angélica (zamba) de Vicente Cambareri (Roberto Cambaré) y del lado 2.- Nieblas (vals) de Oscar Rubistein / Fidel Adolfo Pintos.
Iniciada la década del ‘60 encontró trabajo en los bares y en 1961 fue uno de los impulsores del festival de Cosquín. Su canto se hizo popular y actuó ante multitudes pero en la década del ‘70 comenzó el sufrir del acoso político.
Había filmado un par de películas, logró prestigio con sus canciones populares. Se convirtió en el “cantor del pueblo”, pero sufrió amenazas de muerte y luego atentados con bombas, todo a raíz de su militancia en el PC.
Fue en 1974 cuando la Triple A (la Alianza Anticomunista Argentina, el grupo parapolicial al mando de José López Rega) sentenció la muerte de Horacio Guarany. Le avisaron que abandonara el país en 48 horas. Fue así que decidió exiliarse en Venezuela, luego México y también en España.
En la "lista negra"
Se conoció que cuando el ministro de Defensa Agustín Rossi, en 2013, develó las listas negras de la dictadura cívico-militar, el nombre de Horacio Guarany figuraba allí. En los primeros años del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, con Jorge Rafael Videla a la cabeza, sus canciones fueron prohibidas. "La guerrillera", por ejemplo, canta "poncho abierto sobre el alba, la guerrillera viene abriendo los caminos", y esa imagen, tan llena de esperanza y ferocidad, era una bofetada a las ansias de orden militar.
El regreso de Guarany a su país fue en 1978. Y a menos de un mes de su estadía una bomba estalló en su casa de Coghland, en Capital. Pese a la persecución no volvió al exilio y decidió alojarse en el interior para componer y cantar con valentía..
Desde sus comienzos en el que se inició con la Orquesta de Herminio Giménez, cantando música paraguaya hasta la fecha, grabó 57 discos solistas lanzados a lo largo de una prolífica trayectoria que se inició en 1957.
Salud y biografía
En los últimos dos años, con su salud deteriorada se había realizado chequeos la última semana en la Fundación Favaloro y, aunque su estado general era delicado la familia no esperaba este desenlace en forma inminente.
Incansable creador trabajó el dia anterior a su muerte con su biógrafo Roy Stahli, que en abril pasado publicó su biografía “Horacio Guarany: toda una vida”, y el músico compartió fotos de ese encuentro con amigos cercanos.
Stahli recordó: "Siempre estaba pensando en hacer, en dar a su público cosas nuevas, así lo hizo toda su vida y toda su carrera".
"Ayer a la tarde (por el jueves 12 de enero) estuvimos en su casa de Luján, en sus Plumas Verdes, trabajando en su último libro, que estaba próximo a editarse, y del mismo modo pasó sus últimos días, con proyectos, con la mejor onda, comiendo asados, rodeado de su familia, con amigos, siempre mirando el futuro".
Su internación en septiembre del 2015, obligada por un problema de salud, llevó a que cancelara su presentación pautada para Jesús María de aquel año. Desde ese hecho, en el que sufrió una severa descompensación redujo su actividad artística, pero nunca la detuvo completamente.
Un autor prolífero
Autor de canciones emblemáticas de la tradición folclórica como "Guitarra de medianoche", "Milonga para mi perro", "La guerrillera", "No sé por qué piensas tú", "Regalito" y "Si se calla el cantor", acaso su obra más popular, Guarany fue reconocido, como "El cantor del pueblo" por su afectiva y cercana llegada con la gente a lo largo de varias décadas.
El último adiós
Su representante Rubén López, en diálogo con Radio Mitre de Buenos Aires, ayer señaló que “Horacio no le tenía miedo a la muerte. Siempre decía que la muerte justifica la vida". La familia determinó que no se lo velara, sólo se realizará una ceremonia íntima para despedir sus restos, previsto para hoy a las 11 en un cementerio cercano a donde vivía en Plumas Verdes.
Su música en el cine
Horacio Guarany trasladó al cine su música, algunas de sus canciones, sus ideas políticas y varias de sus historias, en los largometrajes de ficción “Si se calla el cantor”, “La vuelta de Martín Fierro” y “El grito en la sangre”, pero también en el documental “Argentinísima”, donde aparecía junto a otras luminarias de la música popular. En 2014 había protagonizado "El grito en la sangre", película basada en su novela gauchesca "Sapucay" que, dirigida por Fernando Musa, marcó su regreso a la pantalla grande tras casi 40 años de ausencia.