España, que presentaba a su nuevo DT, Fernando Hierro, todavía no se había acomodado bien en su silla, sufrió la primera embestida de Cristiano Ronaldo cuando a los tres minutos habría el marcador, después de fabricarse un penal contra Nacho.
España pudo recuperarse. Fue un busca del empate y a los 23, Diego Costa se armó una jugada él solito para decretar el empate, que pudo ser triunfo con varias otras situaciones (incluso una pelota que picó en la línea y salió).
La primera parte se iba, pero David de Gea no pudo contener un fácil remate de Cristiano Ronaldo y la pelota se metió en el arco para poner otra vez en ventaja a los portugueses.
El segundo tiempo fue como salido de un libreto cinematográfico. Digno de una Copa del Mundo. A los nueve, Diego Costa marcó la igualdad ibérica, y tres minutos más tarde Nacho se reivindicó del penal a Ronaldo y marcó el tercero con un bombazo desde lejos, que pegó en un palo, recorrió toda la línea y se metió en el arco en la red del otro costado.
El 3 a 2 parecía inalterable. Pero los grandes aparecen en el momento cuando se los necesita. A tres minutos del final, quizás en la última oportunidad que tendría en el partido, CR7 sacó un chanfle perfecto en un tiro libre para marcar el 3 a 3, de un partido, que será difícil de superar en todo lo que ofreció: emoción, drama y pasión.
Este 3-3 deja muy bien parado a Irán en el arranque de esta zona, ya que le ganó sobre la hora 1-0 a Marruecos y es el único líder. Pero claro, debe jugar ante estos dos conjuntos. España, en tanto, deberá derrotar a los persas el miércoles 20 y luego a Marruecos el lunes 25 para buscar un lugar en octavos, mientras que Portugal tendrá que ganarle a los africanos (el 20) y a los asiáticos (el 25) para también quedar entre los 16 mejores.