Intratable como muchas otras veces, Cristiano le cantó a España, donde se gana el sustento un “hat trick”, el cuarto de un futbolista en una cita mundialista. El último grito de CR7 fue de una genialidad notable, mediante un tiro libre.
Pero también fue bueno lo realizado por los hombres del recientemente llegado Fernando Hierro.
España se sobrepuso dos veces de estar abajo del marcador y de pasar a ganar con un tremendo zapatazo de Nacho.
Sin dudas, fue un partidazo notable, como se presumia de antemano.
Ambas selecciones dejaron pronto al descubierto las cartas a jugar sobre el tapete verde del estadio Olímpico de Sochi, prácticamente lleno, con 43.866 espectadores, donde España demostró haber dejado atrás el terremoto de la destitución de Julen Lopetegui el miércoles pasado.
Portugal aposto por la solidez defensiva y la salida al contraataque en busca de Cristiano y Gonzalo Guedes, dos misiles delante, mientras España, fiel a su credo, intentó llevar el balón jugado hasta la portería de Rui Patricio.
Fue un encuentro notable.
Todos los abrazos fueron para él
Ronaldo, la estrella de Portugal adelantó a sus rivales por derecha y por izquierda para ubicarse en lo más alto de la clasificación de máximos goleadores con el primer “hat-trick” del Mundial logrado, precisamente, ante España.
Los tres goles de Cristiano fueron fundamentales para que Portugal esquivara a última hora la derrota en su debut mundialista y pudiera sumar un punto que mantiene intactas sus opciones de pasar a octavos incluso como primero de grupo.
El crack recibió la felicitación de todos sus compañeros tras acabar el partido, agradecidos por un servicio prestado más que añadir a su mochila.