Dos años y un mes después de la muerte del fiscal de la causa AMIA, su ex esposa y querellante en la causa, Sandra Arroyo Salgado, sostuvo que "científicamente está probado que fue un homicidio" y que "no hay dudas" de que el fallecimiento se produjo "el sábado a la noche".
"Los peritos nos explicaron que el cuerpo de Nisman había entrado en un proceso de putrefacción de manera tal que para ubicar la data de la muerte, tomando el horario en el que empieza la autopsia, 36 horas antes, que es el plazo en el cual empieza ese proceso, sitúan la data de la muerte entre la noche del sábado y la madrugada del día domingo", explicó.
En ese sentido, precisó que en la filmación realizada para los peritajes se observa "la laxitud del cuerpo al punto de que la cabeza de Nisman cae como un péndulo de la camilla", lo que explica que "ya había entrado en proceso de putrefacción", lo que confirma el horario de la muerte que plantea la querella.
Más allá de las certezas científicas, la magistrada también dio cuenta de los "usos y costumbres" de Nisman, que eran bien conocidos por sus familiares, y que suman fuerza a las pruebas de los peritos. “Murió cuando dejó de hablar por teléfono", afirmó en una entrevista al programa "Plato Fuerte".