La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner se presentó ayer en los tribunales federales de Retiro, citada por el juez Claudio Bonadio por la causa Los Sauces, ante quien presentó un escrito.
Cristina no respondió preguntas y en un escrito dijo que es "objeto de una persecución judicial". "Resulto objeto de una persecución judicial y mediática que no registra antecedentes en nuestro país, al menos en los períodos democráticos y que en mi caso particular se extiende a mis hijos Máximo y Florencia Kichner, en especial a esta última", sostuvo en un extenso escrito que entregó a Bonadio.
Tras el cambio de gobierno "se armaron en mi contra dos causas y se impulsaron otras dos que ya existían" por parte de "legisladores opositores a mi gobierno, que luego fueron ampliamente difundidas a través de un aparato de propaganda, comparados a gobiernos totalitarios", agregó.
En su nueva visita a Bonadio, quien ya la procesó en la causa dólar futuro, la ex presidenta advirtió en el descargo que la acusación en su contra como supuesta integrante de una asociación ilícita, cohecho, lavado de activos y negociaciones incompatibles "es descabellada" y pidió ser sobreseída.
Cristina evitó hoy saludar al juez federal Claudio Bonadio durante su indagatoria. Pidió que ningún empleado del juzgado le sacara fotos y utilizó la ironía para responder algunas preguntas de rutina vinculadas a sus datos personales.
Cuando una empleada del juzgado de Bonadio que estuvo a cargo del trámite de indagatoria le preguntó con quién vivía, la ex mandataria le respondió con humor en medio de un clima tenso: "Con mi perrita, Lolita". "Me refiero a personas", refutó la secretaria y evitó consignar en el acta la respuesta alusiva a la mascota.