El convicto argumentó ante el juez que recibe malos tratos por parte del personal del Servicio Penitenciario, que no le dan suficiente comida y que no dejan ingresar a su madre en los horarios de visita.
Durante la audiencia, el detenido manifestó que sabe que tiene prohibidas las visitas corporales, pero que quiere que su madre y su hermana entren a visitarlo. Dijo que a ellas “no las va a matar”.
Como se sabe, Herrera purga una condena por la muerte de una anterior pareja también ocurrida en un penal, en este caso fue en la ciudad de San José de Metán y ahora está imputado por el homicidio de Andrea Neri, hecho ocurrido en enero pasado.
En relación al tratamiento que le da el personal del Servicio Penitenciario, dijo Herrera que “no tiene problemas en matar a un celador o jefe si no lo dejan abrazar a su madre”. Agregó que tanto los jefes como los encargados tienen conocimiento de su intención.
Herrera solicitó otra vez su traslado a la Unidad Carcelaria de Orán, para evitar problemas con la familia de la víctima.