Ayer fue el tiempo de los vecinos de Víctor Marcelo Senise y Patricia Alejandra Sánchez quienes brindaron detalles de lo que a diario se escuchaba a través de las paredes o se veía.
Los jueces Pablo Farah, María Gabriela González y Carolina Sanguedolce de la Sala III del Tribunal de Juicio
tienen a su cargo el juicio en el se juzga a la pareja por el delito de homicidio simple en perjuicio del menor M.Q.T.R. y homicidio simple en grado de tentativa en perjuicio de la menor L.L.M.,
También son juzgados cuatro profesionales que tuvieron relación o debían controlar el estado de los dos pequeños víctimas y de dos de sus hermanos mayores. En la audiencia de ayer declararon seis testigos.
Todas eran mujeres cuyas paredes colindaban con la casa del matrimonio y otras servían en el merendero, al que los chicos asistieron.
“Le gusta que le peguen”
Tamara Ballesteros, vecina colindante, dijo haber escuchado varias veces golpes seguidos de llantos de los más pequeños. “A los otros dos más grandes G y J no se escuchaba los golpeara, solo a M y T (las víctimas)”, dijo. Así recordó que en una oportunidad encontró a Sánchez en el frente de la casa, teniendo en su mano, un “chicote” trenzado.
“Yo le pregunté que hacía con eso, y me contestó, a este le gusta que le peguen”, dijo Tamara. Habló de que los chicos siempre estaban con las cabezas cubiertas, supone para tapar las heridas. “Una vez lo vi a T cruzando la calle con su hermanita M, y le sangraba la oreja”, agregó.
Recordó que la policía fue a preguntar varias veces ya que ellos denunciaban los llantos y golpes, inclusive reconoció a una de las asistentes sociales, como la persona que fue a su casa y a la que le contó lo ocurrido. Hoy testifican dos directoras de escuelas y tres docentes que tuvieron contacto con los chicos.
Dos condenas por grooming
El juez de la Sala VI del Tribunal de Juicio, José Luis Riera, condenó a Santo Antonio de la Cruz Beltrán a tres años de prisión condicional, por los delitos de abuso sexual simple agravado por la intervención de dos o más personas; amenazas.
En tanto Richard Eduardo Cuellar Velásques tres años de prisión condicional, por abuso sexual simple agravado por la intervención de dos o más personas; coacción; suministro de material pornográfico a menores de 14 años y grooming en concurso real. Ante la condicionalidad de la pena deberán dar cumplimiento de reglas de conducta.
Además, deberán abstenerse de mantener contacto con los menores por cualquier medio, sea comunicación electrónica, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos. En caso de incumplir alguna de estas reglas de manera injustificada, podría dejarse sin efecto la modalidad condicional de la pena que se les impuso.