El juicio comenzó el 20 de abril pasado, y desde entonces se escucharon numerosos testimonios, que comprometen la situación del imputado, que declaró por primera vez el viernes último, culpando a su novia, teorizanso sobre lo que llamó fue un "accidente", arrojando vacíos en el relato que lo comprometieron aún más.
Para hoy lunes, se tiene prevista la audiencia en la que se escucharán los alegatos de las partes, luego de que el día viernes, y tras 11 meses de silencio por parte del imputado, declarara ante el juez Ángel Amadeo Longarte, por un lapso aproximado de cinco horas.
El joven licenciado en ciencias de la comunicación está acusado de provocar la muerte por envenenamiento de quien en ese momento era su novia, la joven Alejandra Ximena Párraga y Nair, hijo de ella de dos años de edad.
En su declaración del viernes, Gaspar Cinco se refirió a lo ocurrido el 5 de Junio de 2017 y luego se refirió al hecho ocurrido el 25 de Mayo de 2017 en el dique Cabra Corral. Respondió preguntas y luego solicitó realizar una exposición pormenorizada sobre temas que evaluaba fundamentales para su defensa.
En su relato dijo que Alejandra le pidió que comprara el cianuro para un trabajo que debía hacer para su carrera y que en el dique el niño resbaló mientras arrojaba piedritas. “Fue un descuido”.
Gaspar Cinco insistió en desacreditar lo vertido por testigos y expuesto en el análisis realizado por perítos informáticos del CIF respecto al contenido de los mensajes que envió a distintos contactos, incluso a Alejandra, hablando de “no soportar al niño”, de conseguir un sicario, de conseguir un arma y otras expresiones que se analizaron a lo largo de la audiencia de debate.
Sostuvo que son expresiones “tontas” que usaba y que eran propias de su forma de ser irónica, sarcástica y que su entorno conocía que eran “bromas” y que estaban descontextualizadas.
En cuanto al 5 de junio dijo que llegó a la casa con algunas cosas que había comprado, entre ellas un frasco con cianuro de potasio que le había encargado Alejandra y que era para un trabajo relacionado a su carrera.
Admitió haber llevado la botella plástica violeta con agua bendita y dijo que previo a los hechos mantuvo un diálogo con la joven en el living de la casa y que hablaron sobre tres temas puntuales: la decisión que había tomado de convivir con él en casa de su madre, sobre la situación de colapso que supuestamente vivía a partir de la precaria salud del niño y finalmente la sorpresa que ella experimentaba por la reacción positiva del niño ante la figura del acusado, a tal punto que lo motivó a levantarse.
Asimismo relató su versión sobre lo sucedido en esos momentos en la casa de calle Coronel Vidt, hasta el momento en que resultó detenido durante el velatorio de su novia e hijo.
En varios tramos la declaración fue interrumpida por llantos y sollozos del imputado, que negó rotundamente las acusaciones, aunque en múltiples oportunidades, tampoco pudo dar respuestas coherentes y probatorias a lo sucedido, y a preguntas del fiscal y los abogados de la querella.
En cuanto a los hechos del 25 de mayo, donde habría intentado asesinar al menor, hijo de su entonces pareja, negó terminantemente los hechos, argumentando la teoría del accidente.
