Sigue su curso el juicio al ex intendente, Juan Rosario "Chicho" Mazzone, y los remiseros Eliseo Valdez y Miguel Amador, tras una fiesta que tuvo lugar en la casa del ex funcionario, el 19 de diciembre de 2014. Hoy se inicia la etapa de los alegatos.
"Aquí pasa mucho con chicas que no tienen plata", dijo un vecino a la licenciada en Trabajo Social, Delia Azucena Romero -quien integra el equipo del Programa de Violencia Familiar del Ministerio de Derechos Humanos-, aunque la profesional indicó que todos pidieron reserva de sus nombres. El juicio pasó para hoy a las 8.30, cuando se prevé iniciar los alegatos.
Romero fue quien junto a Laura Azucena Cataldi, hizo un informe psicosocial en cuatro de las cinco jóvenes involucradas en el caso, tres de ellas menores de edad. Para ello entrevistaron a las chicas, sus familias, los vecinos, y realizaron un informe del lugar.
Al turno de declarar, Cataldi sostuvo que las chicas "se encontraban en riesgo", porque "se observaban carencias" en los vínculos y en los recursos económicos. La mayoría no tenía trabajo, ni estudios. La profesional sostuvo que quien en ese momento era novia de Valdez dijo que en el asado "ellos (los hombres) querían insinuar que alguien sí o sí tenía que terminar con ellos". Agregó en su relato que dos hermanas que en 2014 eran menores de edad, contaron que en sus infancias habían sido víctimas de abuso por parte de familiares.
Estas y otras situaciones de asimetría y vulnerabilidad son las que describieron los y las especialistas que testificaron ayer en el juicio.
La psicóloga del Ministerio Público Fiscal, María Laura Figueroa, sostuvo que al entrevistarse con las chicas cuando éstas tenían 17 años (edad que se considera apta para acceder a este procedimiento), una de ellas manifestó temor y ansiedad ante posibles represalias contra ella y su familia por declarar en la Justicia. "No se aprecia rastros de falsedad" en el testimonio, aseguró la profesional.
Del encuentro pudo detectar además el bajo nivel de alarma de las chicas respecto de la peligrosidad de ir a un lugar con hombres mucho mayores que ellas. Y es que de los que estaban muchos tenían 50 o más años. En este punto afirmó que se detecta la primera relación de asimetría, característica común en una situación de violencia de género.
La declaración de Valdez
El que declaró durante la audiencia fue Valdez, quien dijo que el 19 de diciembre de 2014, cuando fueron los hechos, él viajaba a Alto Comedero. Fue entonces que le llegó el mensaje de una de las chicas quien le preguntó si iría a bailar y él le dijo que no a causa de la existencia del asado. Aseguró que al conocer sobre ese hecho fue la chica quien insistió en que la lleve al lugar.
Cuando fue a buscarla, ella estaba con otras dos chicas que terminaron yendo con él. Más tarde, dijo, buscó a su novia quien, una vez en el asado, le pidió llevar a otra amiga para no aburrirse. Afirmó que fueron las chicas quienes pidieron permiso a Mazzone para entrar a la pileta en ropa interior y que Mazzone se metió luego, aunque aseguró que no pudo ver mucho más. Pese a la cantidad de gente que llevó al asado sin previo aviso, afirmó que no tenía relación de confianza con Mazzone.
