Los jueces ad hoc de la Sala V del Tribunal de Juicio, Silvia Bustos Rallé, María Tatiana Dip Torres y Hugo Fernández Esteban condenaron a Walter Adrián Pereyra, a la pena de tres años de prisión condicional e inhabilitación especial por el término de dos años y seis meses para ejercer la medicina, por el delito de homicidio culposo en perjuicio de Luciano Martínez (menor).
En tanto que absolveron lisa y llanamente a José Ignacio Muela y a Marcelo Jorge Sandoval, al retirar la fiscalía la acusación, en tanto que Alberto Alemán y Héctor Federico Chuchuy Alaniz, fueron beneficiados por la duda.
Los familiares del pequeño, se mostraron disconformes con las condenas que se leyeron, ya que entienden que es “el peor final al que podrían haber asistido”.
El niño de siete años el 29 de junio de 2012 ingresó al Hospital Materno Infantil con diagnóstico de traumatismo encéfalo craneano, luego de haberse golpeado la cabeza jugando en el patio de su escuela, en el paraje Isonza.
Los médicos juzgados eran los encargados de brindarle asistencia al niño que falleció en ese nosocomio el 1 de julio de ese año
Alberto Aleman, dispuso dejarlo internado en observación pese a la advertencia de la enfermera interviniente de que la sala no era apropiada para el caso y que no tenía médico de guardia. Los distintos profesionales imputados tuvieron participación en la atención del niño, que finalizó con el fallecimiento del menor.
En el caso de Pereyra, único condenado por el homicido culposo, era quien debía controlar durante la noche al pequeño, y que aparentemente no lo hizo. Los familiares recordaron que el pequeño se quejaba de dolor de cabeza, y que nadie hizo nada, por eso les sorprende la sentencia.