En el Palacio de La Moneda, la sede del gobierno de Chile, la mandataria dijo que están "seguros de que sí hubo intencionalidad en algunos de los focos" y ratificó que "van a perseguir las responsabilidades hasta el final", difundió la agencia Ansa.
Bachelet añadió que "no todos son con intencionalidad dolosa, hay algunos que son por negligencia, pero se están investigando y se va a perseguir las responsabilidades hasta el final", y precisó que no se trata de un grupo específico o extranjero, sino que todos los detenidos "son compatriotas" chilenos.
Ayuda
En relación a la ayuda internacional, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) detalló que los bomberos voluntarios argentinos se desplegaron en la Región Metropolitana, los franceses en O'Higgins, los peruanos y portugueses en el Maule, los españoles y colombianos en el Biobío y los mexicanos en la región de La Araucanía.
En los próximos días se espera además el arribo de contingentes de Brasil, Venezuela y Panamá.
El fuego que desde el 15 de enero arrasa el centro de Chile se constituye en uno de los incendios forestales más devastadores del planeta, al que combaten 9.000 efectivos, entre ellos decenas de brigadistas argentinos.
"Es complicadísima la situación por la expansión del fuego en un terreno con una geografía y vegetación específica, por eso los profesionales argentinos que están acá son especialistas en incendios forestales", contó desde la capital chilena Martín Torres, coordinador de la misión argentina de Cascos Blancos, el organismo de la Cancillería de ayuda humanitaria.
Bachelet dijo a la prensa que Chile está dando una batalla contra el fuego "sin pausa y sin precedentes", ante incendios que son combatidos "por aire y por tierra".
Comportamiento
ejemplar
Al término de una reunión de gabinete, la presidenta reivindicó: "La población ha tenido un comportamiento ejemplar. Es un país solidario y eso nos hace tener la esperanza de que Chile se va a levantar todas las veces que sea necesario".
De acuerdo con él último informe de la Conaf, ya fueron afectadas 375 mil hectáreas y todavía hay activos 110 focos, de los cuales 49 habían sido controlados y 60 permanecían en combate, mientras que sólo uno pudo ser extinguido.
El peor incendio forestal en el planeta ocurrió en Siberia en 1987, cuando las llamas consumieron 11 millones de hectáreas de bosques de alerces. Al año siguiente, 1,6 millón de héctareas volvieron a quemarse en la misma región.
En ese verano de 1988, otro incendio acabó con la mitad del parque Yellowstone, en Estados Unidos, donde se quemaron 450.000 hectáreas.
Pero es en Canadá donde ocurrieron dos de los más graves: en 1989, las llamas arrasaron con 2,7 millones de hectáreas en el estado de Manitoba y unas 25.000 personas tuvieron que ser evacuadas. El año pasado, el fuego volvió a azotar al país, esta vez, en Alberta -oeste-, donde otras 2,5 millones de hectáreas fueron destruidas.
Cientos de bomberos y brigadistas de una decena de países comenzaron a llegar a Chile para sumarse al operativo para combatir el fuego. Ayer se sumaron 80 de la Brigada de las Fuerzas de Tareas Humanitarias Simón Bolívar de Venezuela.