Francia, el país de Europa que más atentados ha sufrido en los últimos dos años, movilizará unos 91.000 efectivos de seguridad mañana y el domingo 25 para provenir posibles ataques, informó ayer el Ministerio del Interior galo.
Si bien se trata de un gran operativo, la cifra de gendarmes, policías y soldados que se movilizarán a lo largo del país este fin de semana, es menor a la del año pasado, cuando en París todavía se sentía el impacto de los ataques yihadistas del 13 de noviembre en París (13-N), en los que murieron 130 personas.
En ese momento, el despliegue de seguridad movilizó a unos 120.000 efectivos. El ministro del Interior, Bruno Le Roux, admitió que "la amenaza es alta", pero aseguró que la respuesta "nunca ha sido tan fuerte".
Esta semana, el ministro había asegurado que los mercados navideños que se celebran estos días en numerosas ciudades de Francia iban a seguir abiertos, aunque con la seguridad reforzada.
"Existe una voluntad inequívoca (de los terroristas) de atacar fiestas religiosas pero, sobre todo, populares", reconoció entonces.
Entre los mayores mercados navideños de Francia está el de Estrasburgo, en el noreste de Francia y muy cerca de la frontera con Alemania.
En la histórica catedral de esta ciudad se celebra una importante misa de Navidad en la noche del 24 de diciembre en la que se espera al menos de un millar de asistentes.
Según el arzobispado, se extremarán las precauciones para el acceso al templo con controles de seguridad que incluirán la revisión de bolsos.