Trump inició ayer su primera gira internacional, que lo llevará a Medio Oriente e incluirá una visita sin precedentes al Muro de los Lamentos de Jerusalén, y luego a Europa, donde será recibido por el Papa Francisco y participará de las cumbres de la OTAN y del G7.
Arribó a la capital de Arabia Saudita, donde realizará una visita de dos días. En la fecha se reunirá con el rey Salman y con otros miembros de la monarquía, con quienes firmará varios acuerdos de cooperación de seguridad y económica.
También se verá con los líderes de los países del Consejo de Cooperación del Golfo y participará en un foro con jóvenes que podrán usar la red social favorita del mandatario, Twitter, para enviar tuits en directo sobre el encuentro.
Pero, sin dudas, el momento más esperado de la visita del presidente republicano a Arabia Saudita será el discurso que dará mañana sobre la "visión pacífica del Islam", ante los líderes de 50 países de mayoría musulmana.
Después de esa primera parada, viajará a Israel y Palestina, donde se encontrará con los máximos líderes de ambos gobiernos, una cita casi obligada para los presidentes estadounidenses en algún momento de su mandato.
El lunes arribará a Tel Aviv, en Israel, y desde allí viajará a la disputada ciudad de Jerusalén, donde se reunirá con el presidente israelí Reuven Rivlin y depositará una ofrenda floral en Yad Vashem, el Centro de la Memoria del Holocausto Mundial, y pronunciará un discurso en el Museo de Israel.
Luego, el magnate republicano se reunirá en privado con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Su gira por Medio Oriente continúa el martes con la visita al Muro de los Lamentos, en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Trump no sólo marca una diferencia al hacer el viaje al Medio Oriente tan temprano en su gobierno, sino que además será el primer presidente de Estados Unidos en visitar este lugar sagrado para el judaísmo.