En la jornada de ayer el diputado nacional Pablo López, la senadora por la capital salteña, Gabriela Cerrano, ambos del Partido Obrero, y Julio Argentino San Millán, quien se presentó por la Asociación Civil Centro de Estudios y Formación Política Juan Domingo Perón de Salta, fueron oradores en la Corte Suprema.
En su exposición Julio Argentino San Millan sustentó el hecho de ser salteño y conocer por experiencia lo que expuso como "conocimiento directo de la realidad… se afirma que en mi provincia la educación religiosa es obligatoria y exclusivamente católica.
Eso no es cierto. La educación religiosa en Salta ni es obligatoria ni se refiere a un único credo. Es optativa y no se limita un determinado credo como se afirma sino al que los padres decidan según sus convicciones".
El día que San Millán hizo su exposición, el diario La Nación sacó una nota en la cual indica que en la escuela primaria N° 4528 de Misión Chaqueña, de la jurisdicción de Embarcación, luego de izar la bandera "una de las maestras se acerca al micrófono. No anuncia una actividad ni una novedad del día. No. Pide a los estudiantes que repitan un rezo que empieza así: "Señor Jesús, te damos las gracias por este nuevo día". Muchos de los estudiantes -algunos con el guardapolvo un tanto roído, otros con las zapatillas rotas y los menos con los jeans casi nuevos- sólo escuchan. No son muchos los que repiten la oración, que se amplifica por el único parlante".
Este no fue el único ejemplo que San Millán tildó de mentiroso, antes, fue la senadora Cerrano quien ejemplificó las situaciones que se dieron en algunos establecimientos contra los chicos y chicas que por distintas razones no acceden a las clases de religión.
Un gobernador del Opus Dei
López fue quien indicó que la enseñanza religiosa del credo católico en Salta "está montada sobre un andamiaje institucional de más vasto alcance. En Salta la Iglesia tiene el monopolio de la formación universitaria de los abogados, y por este medio ha colonizado al propio Poder Judicial. Tenemos un gobernador del Opus Dei que le entregó la asistencia y ´el combate´ contra la desnutrición infantil a otro personaje de esta secta religiosa, Abel Albino, enemigo de la educación sexual y de los métodos anticonceptivos".
Ideología oscurantista
En su exposición, Cerrano indicó que muchos de los amparistas son padres de niñas que asisten a las escuelas públicas y contó dos de los casos por los cuales se denuncia la discriminación: uno es el de una familia evangelista cuya hija fue llevada al gabinete psicopedagógico tras su constante llanto "porque no respetaban su derecho", al prohibirle comer antes de que los demás terminaran su rezo. "Hasta utilizaron medidas disciplinarias", dijo.
En otra de las escuelas dijo que se excluyó a una nena de ser abanderada "y luego dijeron que era rotativo el ser bandera o escolta". Sumó a los hechos de que la religión en las escuelas "fue un impedimento para la educación sexual científica y laica que nunca pudo implementarse porque predomina una ideología oscurantista que atenta contra las mujeres.