"Los hago responsables por lo que me pueda pasar", dijo a Nuevo Diario el director del Colegio, Alejandro Cueto, al ser consultado por los hechos que se registran en ese establecimientos.
Respecto de las acusaciones que hicieron los miembros de la comunidad en Salta, entre otros Julio Díaz y el cacique de la comunidad, Asencio Pérez, sostuvo que son "infamias", tanto la discriminación como el aval que dijeron, otorga, para que se vendan drogas dentro del colegio. "Tendrán que responder ante la Justicia por esas acusaciones", sostuvo.
Por ahora el colegio no empezó el ciclo lectivo dado que, como fue una de las instituciones cuyos accesos fueron afectados por las crecidas del Pilcomayo, iniciaría las clases recién el lunes que pasó.
"Es un capricho para poder mostrar poder", dijo el director al sostener que los cuatro referentes de la comunidad, que lo denunciaron en los medios son empleados públicos y por lo tanto deberían también responder por lo que hacen en contra de una institución pública.
Mientras, sostuvo, hizo gestiones ante Salud para prevenir las drogas, y logró que chicos wichís vayan a la universidad.