Aseguró que los comerciantes se ven perjudicados por la liberación de impuestos a la exportación de granos dispuesta por el Gobierno argentino.
Esta quita genera que las “empresas monopólicas de Buenos Aires”, como Bunge y Born, Cargill, exporten directamente la mercadería (harina, trigo, maíz, soja) que antes llegaba a la frontera para que los bagayeros la pasaran en sus carritos.
Coronel explicó que el conflicto con los bagayeros se suscitó porque el gobierno de Bolivia comenzó a exigir el certificado de origen para la mercaderia ingresada con la modalidad de mínima cuantía (menos de 2 mil dólares). Y como “ya no se trabajaba con la exportación general simplificada y menos se va a trabajar ahora, (...) la frontera está parada”.
Fue por esto, explicó, que el líder de los bagayeros solicitó al gobierno boliviano que se dejara sin efecto la exigencia del certificado de origen para exportación de mínima cuantía, pero hasta ahora no hubo respuestas.
Coronel sostuvo que también hay una situación de crisis para el comercio argentino, que “de brazos cruzados ve como pasan los camiones sin que nosotros podamos competir con los precios porque obviamente lo que va exportado no paga impuestos, nosotros sí pagamos impuestos, es decir que de un arranque ya tenemos un 30% más cara la mercadería para vender al mercado boliviano”.
“Esta frontera lo único que tiene por ingreso es el comercio, no hay industrias y el comercio tiene baja su rentabilidad”, añadió. Señaló que la situación “se agrava” porque los comerciantes bolivianos “no nos vienen a comprar”, dado que compran la mercadería exportada.
“Acá nuestro Gobierno con el gobierno de Bolivia debe sentarse a consensuar, porque es una mercadería que previamente ha pagado impuestos anticipados en Salvador Mazza”.
En cuanto al mercado interno, recordó que por la 2599/09 de la Dirección General de Aduanas, los comercios de Salvador Mazza reciben harina, arroz, aceite azúcar y maíz cupificado, que es distribuida por una multisectorial con organismos tributarios nacionales, la municipalidad y los comercios. “Esa mercadería ingresa con todos los controles” y “se pagan los impuestos anticipados”. Pero no pueden vender esta mercadería a los comerciantes bolivianos. Por eso piden que les “den un beneficio por área de frontera” con quitas impositivas para que “podamos competir”.