"Quiere apagar el fuego con nafta", dijo la delegada de APSADES en el Hospital, Julia Pizola, a Nuevo Diario, al referirse a las palabras del ministro de Salud, Roque Mascarello. La médica se refería a la actitud del funcionario que al ser consultado por este medio ante la situación en la ciudad norteña, dijo que el problema pasa "por otro lado", indicando que apuntaba a la exigencia del cumplimiento de los horarios por parte del personal.
En el detalle, Pizola indicó que en Orán el 62% de la población no tiene obra social. Allí se suma que los casi 12 mil afiliados del PAMI no encuentran atención más que en el Hospital Público, dado que los titulares de la obra social siguen sin llegar a un acuerdo con las dos clínicas de esa ciudad, que ya dejaron de atender a los jubilados.
Mientras, en más de una ocasión se deben trasladar a los pacientes a Tartagal o Salta Capital por falta de profesionales en algunas guardias, como neurocirugía y traumatología.
Sumó el malestar que se genera entre los pacientes dado que en las guardias suelen quedar solamente dos profesionales médicos para la atención de 35 internados más aquellos que llegan hasta el servicio de guardia.
En ese servicio, en tanto, la situación no es de las mejores dado que de cada 10 pacientes, 7 son afiliados a la obra social de los jubilados.
"La semana pasada tuvimos un brote de hantavirus, hubo ocho docentes que quedaron intoxicadas. El sistema que tenemos acá es muy complejo y nos preocupa que ahora pueda haber un brote de dengue", dijo la profesional al hacer referencia a la época estival que propaga este virus, el zika y el chicunguña, a través del mosquito Aedes Aegipty.
Por ahora, dijo, el personal del Hospital continuará en estado de alerta hasta poder conseguir una respuesta concreta a la problemática que, dijo, fue reclamada más de una vez por las vías formales.