Martín Domínguez, secretario Adjunto de ATE, señaló a Nuevo Diario que el gremio acordó el pago del aumento del 6,5% en dos partes, de $1000 como ayuda mensual, y la actualización de la Asignación por Hijo.
Tras 48 horas de medida de fuerza, los intendentes decidieron ceder ante los reclamos de los trabajadores y cumplir con el acuerdo salarial que los gremios acordaron con el Gobierno provincial y que luego se trasladó a los municipios.
"No hubiéramos llegado a la medida de fuerza si los intendentes hubieran pensado en la necesidad de los trabajadores y acatado lo que se acordó en la Secretaría de Trabajo. Ellos solo pensaron en su actividad política partidaria", sostuvo Domínguez.
Agregó que el conflicto gremial estuvo a punto de generar un estallido social, sobre todo en Campo Quijano y en Cerrillos, donde el electorado en las pasadas elecciones no respondió favorablemente a los candidatos de Manuel Cornejo (Quijano) y de Yolanda Vega (Cerrillos).
En tanto Ricardo Guzmán, secretario de Actas, denunció también que a la precariedad laboral de los municipales del interior por los magros salarios se le suma la cantidad de personas que están nombradas como planta municipal y no trabajan, lo que contribuye a la disconformidad de los trabajadores.
"En Campo Quijano hay 150 ñoquis que cobran entre 2 y 10 mil pesos. Esto ha generado que luego de la elección Cornejo no tenga mayoría en el Concejo Deliberante y es lo que motivó que le haya pedido la renuncia a todos sus funcionarios", agregó.
Se supo en Apolinario Saravia, al saber que por la medida de fuerza de los municipales se quedarían sin poder faenar carnes, se acercaron a la Municipalidad pidiendo que se solucione el conflicto para evitar desabastecimientos.