“Nosotros tenemos la posesión de las tierras y estamos tramitando la escrituración, lo que estuvo demorado porque el lugar figuraba como zona de ribera y uno de los requisitos que nos piden para tener el terreno a nuestro nombre son los planos. Ya conseguimos la línea de ribera, pero nos falta terminar los trámites.
Mientras estamos con estos trámites se presentó Pablo Torrejón, con un boleto de compra-venta diciendo que es el dueño de las tierras”, relató Jorge Tejerina, miembro de una de las familias afectadas a Nuevo Diario.
Según el hombre, se trata de 77 hectáreas que le pertenecían a la familia Serrey. Tejerina explicó que un tercero, Omar López, compró una parte de estas tierras. Esta parte tiene un catastro que no es en el que viven las cuatro familias en conflicto.
“No todos los herederos de Serrey le firman el boleto de compra-venta a López. Cuando éste fallece, su viuda y sus hijos le venden los derechos sucesorios a Torrejón y con ese papel se presenta ante nosotros, y a pesar de que tenemos una medida de no innovar, por la fuerza, rompiendo alambrado y prepotente, puso una casilla en la casa de la familia Pacheco”, agregó Tejerina.
Al parecer los atropellos continuaron, ya que Torrejón tiró alambrados de otras familias y los amenaza constantemente. “No podemos sembrar, pasa las máquinas por nuestros terrenos y desmontó. No les importa nada. Pusieron una casilla más para los empleados”, señaló. Las familias Pacheco, Tejerina, Puca y Cañizares son las que buscan tener el título de propiedad, a través de la posesión veinteañal.