El grupo de vecinos de esta zona, recurrió a los medios de comunicación indignado ante el silencio por parte de la empresa prestadora del servicio de agua; y en diálogo con Nuevo Diario, una de ellas advirtió la impotencia por la que atraviesan las más de 800 personas que residen en la zona, a sabiendas de que no están contemplados dentro del plan que prevé llevar agua potable a este lugar.
De esta manera se acentúa una demanda histórica del preciado líquido para esta populosa barriada, que aspira desde hace más de 30 años, a contar con este servicio elemental.
La angustiada mujer relató que si bien los reclamos son persistentes, el agua hasta el momento nunca apareció. Las esperas del camión cisterna se hacen eternas, y la situación se complica porque “la gente se está enfermando, porque ni siquiera tienen para tirar la cadena”, sostuvo la vecina que agregó que muchos de los vecinos no duerme en las noches para salir en busca de algún hilo de agua que proveen algunas mangueras que se encuentran en puntos determinados en los distintos barrios de la zona.
En la procura de alternativas, se organizaron en grupos que piden agua en los barrios vecinos que si poseen el servicio, y no descartan la posibilidad de salir a pedir donaciones de agua mineral, atento a que inclusive, el precio de la misma en los almacenes del lugar, se elevaron.
La mujer de Villa Floresta resaltó por último que a pesar que esta demanda se hizo eco en múltiples lugares, “a nadie parece importarle nada”, y sostuvo que los vecinos no comprenden el desentendimiento por parte del gobierno provincial, municipal, y de la empresa Aguas del Norte: “Estamos hablando de algo tan elemental como el agua, y esto que vivimos es el extremo del extremo” y no la tenemos finalizó la mujer.
