Desde hace un tiempo atrás que es cuestionada la gestión de Arroyo. Sin embargo, la gota que rebalsó el vaso fue la convocatoria de asamblea de afiliados fijada para el 16 de marzo, para la elección de 148 congresales y la aprobación de memoria y balance de las delegaciones del interior. La convocatoria fue impugnada por siete miembros de los 15 que tiene la comisión directiva.
Los secretarios disidentes afirman que el procedimiento es “oculto, autoritario y antisindical”, ya que se realizó sin la previa aprobación del Secretariado. Según ellos, la ley de Asociaciones Sindicales indica que para sesionar legalmente se debe contar con la mitad más uno de los miembros del secretariado, completándose con los secretarios generales de cada seccional.
Ricardo Guzmán, secretario de Actas sostuvo que: “El problema surge en que esto da pie a un congreso extraordinario y uno ordinario. En el congreso ordinario si él (por Arroyo) tiene mayoría se aprueba el balance y memoria y nosotros no tenemos información al respecto.
No sabemos cuánto se recaudó de cuota sindical. En cuanto al congreso extraordinario en donde se toman decisiones de políticas, los secretarios temen que se tomen represalias y sean expulsados del gremio.
Guzmán aseguró que las irregularidades están vinculadas además, a la caída del cupo del uso de licencias gremiales en la Municipalidad que no fueron informadas, entre otros puntos que preocupan a este sector.