Aferrados a la versión de que “nada tiene que ver con los conflictos del Corredor de la Fe”, desde la misma secretaría aseguraron que este alejamiento estaba contemplado con anterioridad, y que “continuarán trabajando de la misma forma”.
“No tiene nada que ver con lo del área centro, sino que se trata de un cambio que se viene hablando desde hace rato”- informaron desde el seno de la misma secretaría y agregaron: “cualquiera puede entender que el cambio de funcioes se dio por esos problemas”.
Asimismo se informó que Blanco continuará gestionando junto a su equipo, los fondos en Nación para las obras públicas “lo mismo que se venía haciendo pero sin la parte operativa”.
Sobre la responsabilidad de la empresa a cargo del Corredor de la Fe, insistieron en que “ el contratista tiene que cumplir con sus obligaciones contractuales”, al tiempo que reconocieron los problemas y molestias generados con estas obras, pero se mantuvieron firmes en la idea de “que estos problemas forman parte de la normalidad de cualquier obra”.
No obstante estas versiones, y tras los inconvenientes suscitados en torno a esta primera etapa del Plan de Reconversión del Casco Histórico, la partida de la arquitecta parecía la “crónica de una muerte anunciada”, que cobró intensidad en las últimas semanas, cuando las obras del Corredor de la Fe se transformaron en una suerte "juego de encastre".
Al menos así quedó demostrado ayer por la mañana, cuando los obreros de la empresa Premoldeados del Norte, del Ingeniero Manzur, contratista a cargo, levantó el adoquinado a la altura de Caseros al 800, por cuarta vez en lo que va de la realización de la misma. A esto se le sumaron los hundimientos sobre calle Juramento, y los problemas con luminarias en la misma zona.
Lo cierto es que la molestia de comerciantes y transeúntes no aceptaba ya las explicaciones de la funcionaria, acerca de la "garantía" de la obra, y exigían la rápida habilitación de este espacio que fue interrumpido el 14 de agosto pasado, y que desde ese momento arrojó múltiples fechas de habilitación que se malograron una y otra vez.