Este fue el resultado de la reunión entre los comerciantes deslojados, el Secretario de Gobierno, Luis García Salado, y el Subsecretario de Control Comercial, Nicolás Avellaneda.
El conflicto se inició el jueves, cuando desde la Secretaría de Control Comercial se ordenó el desalojo y desmantelamiento de los locales, provocando momentos de tensión en la zona.
Los dueños de más de una veintena de locales se mostraron abiertos al diálogo, y dispuestos a cumplir con las reglamentaciones, advirtiendo que se trata del único medio que tienen para subsistir: "Avellaneda y Salado nos abrieron las puertas y dieron su palabra de ocuparse personalmente del tema.
Si bien por ahora nos dieron tiempo, quedamos en reunirnos para dialogar, ya sea para obtener nuestros permisos o bien para la reubicación", manifestó uno de los propietarios, aliviado, que destacó que "lo importante es haber frenado el desalojo y poder seguir trabajando".
Por su parte desde Control Comercial, Nicolás Avellaneda señaló que: "la gran mayoría de los quioscos se dedica a la venta de comida que carecen de habilitación municipal, incumpliendo el Código Alimentario Argentino, entre otras cosas, poniendo en riesgo a las personas que consumen esos alimentos", a lo que se le suma la ubicación al borde del canal que atraviesa la avenida de la zona sur, poniendo en riesgo la seguridad de los consumidores tanto como la de los propios puesteros.
Avellaneda manifestó que “desde el principio de la gestión y con un diálogo abierto para consensuar, desde el año 2016 los notificamos, los convocamos y dialogamos en busca de soluciones”, explicó Avellaneda y dijo además que el año pasado intervinieron algunos concejales solicitando un plazo para analizar posibles soluciones.
El funcionario apeló a la buena voluntad de los puesteros “para que, por su cuenta, obedezcan las medidas”, y garantizó que “estamos dispuestos al diálogo permanente para escuchar sus propuestas de reubicación”.