A pesar de contar con un servicio de seguridad permanente, el último robo ocurrió ayer. cuando le sacaron dos sillas de la confiteria que concesiona dentro del edificio del Mercado Artesanal que depende del Ministerio de Cultura y Turismo.
Hasta la fecha lleva la triste suma de un total 36 silla de madera artesanal, además de dinero en efectivo de unas cenas.
“Estoy cansado de este atropello, el Ministerio de Turismo paga 70 mil pesos mensuales por seguridad y los guardias duermen”.
Asegura que nadie le da una explicación. Ni el Director del Mercado Artesanal Darío Montero, ni funcionarios del Ministerio de Cultura y Turismo. Según explica Eguizabal a Nuevo Diario: "nunca me dieron ni una explicación, ni una solución, a pesar de que hay cámaras de seguridad".