Partiendo de la base que el último incremento a la clase pasiva fue en marzo y que por el avance de la pandemia del CoVid-19, dicho incremento que deben percibir próximamente los jubilados quedó en estado incierto, y que para ello se iba a aplicar una nueva fórmula de movilidad que reemplazaría a la suspendida en diciembre.
En ese mes el proyecto oficial de emergencia económica posibilitó que el Gobierno suspendiera por 180 días la aplicación de la fórmula de movilidad de las jubilaciones, pensiones y prestaciones sociales, lapso en la que debía elaborarse una nueva fórmula. Mientras tanto, el Poder Ejecutivo quedaba facultado para otorgar los aumentos a esos sectores que abarca a 18 millones de personas.
En ese contexto, en diciembre y en enero el Gobierno otorgó un subsidio extraordinario de $ 5.000 para los jubilados que cobraban la mínima y también para aquellos que percibían un poco más de ese valor, al igual que para los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo.
En febrero, el presidente Alberto Fernández estableció por decreto un incremento a partir de marzo del 2,3% más una suma fija de $1.500, mientras tanto, las asignaciones familiares tuvieron un aumento del 13% sobre los montos y rangos vigentes.
El jefe de gabinete aclaró que el Gobierno anticipó que volverán a aumentar los haberes jubilatorios por decreto aclarando que "El aumento a jubilados se va a empezar a trabajar y va a salir por decreto en junio. Se está trabajando en el Gabinete económico. Para fines de mayo vamos a tener el número del aumento", aseguró.