Detalló que incluirá, entre sus puntos centrales, la creación de un nuevo Fuero Federal Penal que ponga fin a la "concentración de procesos que el oligopolio de los jueces federales ha permitido".
"En este tiempo de la Argentina en el que nos toca gobernar, venimos a ponerle fin a la designación de jueces amigos, a la manipulación judicial, a la utilización política de la Justicia y al nombramiento de jueces dependientes de poderes inconfesables de cualquier naturaleza", sostuvo el presidente al anunciar el paquete de iniciativas que pretende un "reordenamiento" de la Justicia federal.
El presidente anunció la creación de un nuevo Fuero Federal Penal que "unificará" a fueros penales que hoy tienen jurisdicción en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la conformación de un consejo para "afianzar la administración de Justicia en la República Argentina".
"Nos proponemos impulsar un reordenamiento de la Justicia federal que evite el cajoneo o la activación de expedientes en función de los tiempos políticos, que impida la construcción de falsas causas, que acabe con la arbitrariedad en materia de detenciones y que impida para siempre que la discrecionalidad judicial reemplace a las normas del Derecho", subrayó el presidente al anunciar el envío de un proyecto de reforma de la Justicia federal.
Con los cambios impulsados en la Justicia federal -remarcó el mandatario- los delitos contra la administración pública en los que incurran funcionarios del estado nacional, "dejarán de estar en manos de unos pocos jueces, para pasar a ser juzgados por más de medio centenar de magistrados", lo que -según dijo- posibilitará "terminar para siempre en la Argentina con la manipulación de sorteos y la concentración de procesos que el oligopolio de los jueces federales ha permitido".