Jorge Mauricio Juárez, a través de las redes sociales, conoció a una joven salteña, y con una falsa oferta laboral la obligó a ejercer la prostitución.
En mayo de 2017, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de Salta condenó al acusado a tres años de prisión ejecución condicional por encontrarlo autor del delito de captación de personas mayores de edad con fines de explotación sexual.
Para el Tribunal no existieron elementos de prueba que pudieran determinar la edad de la víctima al momento de los hechos.
En esa línea, consideró que el imputado no sabía la edad que tenía la joven ya que, si bien estaba en el colegio, había repetido un año. Y en cuanto a las declaraciones de la víctima, los jueces refirieron que fueron mutando en cada una de sus distintas presentaciones y que su relato no se correspondía con una persona víctima de trata de personas.
En consecuencia, los fiscales Francisco Snopek y Carlos Martín Amad presentaron un recurso de casación para que se tuviera en cuenta el agravante de la minoría de edad de la víctima al momento de los hechos, tomando como prueba fundamental su partida de nacimiento. Al respecto, Snopek y Amad sostuvieron que se trató de una “arbitraria condena” al considerar a la víctima como mayor de edad cuando de las constancias de la causa surge que era menor de edad, estaba en situación de vulnerabilidad y mediaron amenazas.
El fallo de Casación
La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal consideró que las mutaciones en las diferentes declaraciones de la víctima son “atendibles” en razón al tipo de delito que padeció y las características del vínculo que mantuvo con el imputado. Ángela Ledesma votó en disidencia.
También remarcaron que la ampliación de la denuncia, que fue realizada por la madre de la víctima en agosto de 2009, “guardaron relación con lo expuesto en la audiencia en debate oral, giraron en torno a la relación de acoso y amenazas de la que era víctima su hija, quien en ese momento era menor de edad”. Y agregaron: “Se debe recordar que, conforme la partida de nacimiento glosada en autos, la víctima en ese momento tenía 17 años de edad y fue durante ese año y el anterior que comenzó la captación a la imputada”.
En ese marco, coincidieron con la postura del MPF, al afirmar que "las acciones de captación descriptas por la víctima ocurrieron durante el año 2008 y continuaron durante el año 2009, cuando tenía 16 o 17 años, o sea un tiempo antes de que tuvieran lugar las amenazas denunciadas por la madre a fines de 2009.
Luego certificados del Polimodal confirmarían la edad.