En su declaración negó el hecho y dijo que la mercadería se la había dado al trabajador fallecido para que se la entregara a este otro empleado que resultó damnificado.
Héctor Soraire es un trabajador rural que presta servicios en la finca del acusado desde 1985 y que vive en una casa que éste le facilitaba. Explicó además que Theobald le llevaba siempre como parte de pago carne y mercadería que luego le descontaba de su paga.
El día lunes 8 de Octubre de este año, Soraire descubrió que cuatro de sus perros estaban muertos y los enterró y el lunes siguiente, su patrón se hizo presente con una bolsa con carne y sospechó sobre su buen estado ya que al abrirla sintió un olor extraño. De todas maneras la cocinó y la ingirió. Luego comenzó a experimentar malestar con vómitos y mareos.
Al día siguiente fue a verlo a Theobald para que lo llevara al hospital porque seguía con malestar y le dijo que esperara hasta el día siguiente.
Ante la negativa, Soraire se fue caminando hasta el nosocomio y allí le dijeron que la carne estaba en mal estado y le suministraron medicación. Al regresar a su casa, le dio a otro perro la carne sobrante y éste murió.
Pesticida secuestrado
En el lugar se secuestró resto de esa carne, el cual fue analizado por el Servicio de Toxicología Forense del CIF, en cuyo informe consta que en la muestra analizada se detectó un potente pesticida.
Theobald, está detenido e imputado por otro hecho donde falleció Ramón Ignacio Casas, también tras consumir alimentos proporcionados por su empleador y que presentaban rastros del mismo pesticida.
Acompañado por sus abogados particulares, Theobald conoció el nuevo hecho que se le imputa y en su declaración negó toda participación y aseguró haberle dado la mercadería al fallecido Casas para que se la entregara a Soraire.