En la jornada de hoy se inicia el tramo final de la causa que se le sigue por prevaricato y compartiendo la carátula de asociación ilícita, concusión, con cuatro abogados, dos empleados del Juzgado Federal de Orán y la hermana de uno de ellos.
A primera hora en la Sala I se finalizará con una serie de incorporación de pruebas que quedaron pendientes y se iniciará la etapa de los alegatos.
La querella integrada por Evangelina Navarro y Carlos Garmendia, compartirán el tiempo de alegar, previsto en al menos tres horas.
Consultados los querellantes por Nuevo Diario, señalaron que “acusaremos a todos de ser una banda de delincuentes corruptos, donde estaba en juego un caso de corrupción muy grave”, dijo Navarro.
Agregando Garmendía: “No se trata de cualquier corrupto, porque se trata de profesionales vinculados a la justicia, siendo en el caso de Reynoso el último garante del sistema, lo que agrava más aún su responsabilidad”.
La querella representa a Bruno Mazzone, Pablo Meneses e Iván Cabezas, empresario de la carne que denunciaron el pago de dinero a fin de lograr sus libertades en causas que ellos sostuvieron fueron inventadas, y que luego la Cámara de Apelaciones les dio la razón al sobreseerlos.
Coimas en el juzgado
Cada uno a su tiempo fueron contando frente a los jueces Federico Díaz, presidente, y Gabriel Eduardo Casas y Carlos Enrique Jiménez Montilla, vocales, de qué manera fueron lo hechos que terminaron con el pago de 300 mil pesos para una de las acusadas, la abogada María Elena Esper, que tendrían como último puerto las manos del ex juez, o del tío como se lo nombraba.
“Esta causa me quemó el cerebro, terminó con mi forma de ser, económicamente puedo levantarme mil veces, pero esto me quebró emocionalmente, mi mujer está igual que yo, y mis hijos de 6 y 7 años están en tratamiento constante”, dijo Iván Cabezas en el estrado y palabras más palabras menos, fueron detalladas por Meneses y Mazzone.
Relató de la forma que Gendarmería ingresó a su casa, cuando golpearon a su mujer y que le sacaron todo, “la plata que me gané honestamente, declarada, que pagaba cada impuesto, tres autos, todo me incautaron, les pedí me dejaran 200 pesos, ni eso me permitieron, y todo en una causa en la que no había nada. Eso me quemó el cerebro. No había nada”, dijo.
Todo el tiempo empastillado
Mazzone sostuvo por su parte: “Ahora debo estar todo el tiempo empastillado, gracias a esta causa en la que dijeron de todo, y en la que pagamos para lograr la libertad, decían “hay que pagar para que salga, al tío, al tío, al juez, era lo que escuchaba todo el tiempo. Y así fue, negaron la excarcelación y cuando pagamos me dijeron que salía en 10 ó 15 días y así fue”, sostuvo.
Se espera una jornada un tanto extensa para el día de hoy, al tiempo que se especula la sentencia podría conocerse el año próximo, siempre y cuando no se habiliten otros días para los alegatos de las partes que faltan lo lleven adelante.
Tras la querella será el tiempo de la fiscalía que ejerce Carlos Martín Amad, del principal imputado, quien seguramente hablará una jornada entera, teniendo en cuenta que Reynoso al hacer uso de la palabra frente al tribunal, llevó dos jornadas de audiencia.
Todo esto de la mano que los días lunes 24 y lunes 31 generalmente son inhábiles en la justicia. Por lo tanto, quedaría solo un lunes, el 17, como factible de cumplir con siete alegatos.
