Ayer, el juicio se reanudó con la declaración de efectivos policiales y peritos del CIF que intervinieron inicialmente en la investigación del caso. Por el hecho, ocurrido el 28 de marzo de 2020, se encuentran imputados Agustín Morales (21), nieto de la víctima, Federico Leonardo Detzel (30) y Tania Rocío Aguirre (30).
Al inicio de la audiencia, comparecieron dos efectivos de la División Homicidios que participaron de la detención de Morales y Detzel, el día que se produjo el hallazgo del cuerpo de Gine en su departamento de calle Belgrano al 900.
Previo a ello, la defensa técnica de Morales objetó a ambos testigos, en especial por lo referido a la declaración espontánea brindada por su cliente y por Detzel, al momento de su detención. En ese sentido, el letrado recordó que el informe policial donde se hizo referencia a expresiones de autoincriminación fue anulado por el Tribunal de Impugnación.
La fiscal, por su parte, pidió y fundamentó la admisión de ambas testimoniales, argumentos a los que se adhirieron los defensores de Detzel y Aguirre. El tribunal, por su parte, rechazó el planteo de Morales por considerar que no existía impedimento legal ni procesal para recibir ambas declaraciones.
Se escuchó el testimonio de un suboficial principal de la División Homicidios, que participó en la detención de Detzel, a quien fueron a buscar a su casa en barrio 17 de Mayo, el mismo día del hallazgo del cadáver. Lo ubicaron en un complejo deportivo de la zona. Vestía la misma ropa con la cual lo habían visto antes la tía y el primo de Agustín. A simple vista no presentaba manchas sanguinolentas. Afirmó que Detzel estaba lúcido, que no parecía drogado ni alcoholizado, tampoco opuso resistencia y que preguntó por qué lo detenían. Le respondieron que era para aclarar un hecho ocurrido en el departamento de Morales, sin precisarle de qué se trataba.
Dijo que Detzel comenzó a hablar espontáneamente y dijo que él “ya sabía que Agustín le iba a traer problemas”. Indicó que, cuando estaban en el departamento, el acusado le pidió que lo ayude a buscar un dinero. Detzel sostuvo que en ese momento le consultó a Agustín si no estaban “haciendo macanas” y si no le estaba sacando plata “a su vieja o a su abuela”. Al cabo de un rato encontraron un fajo de billetes de $500 y salieron rumbo a barrio 17 de Mayo para comprar pasta base. Volvieron al departamento para consumir esas sustancias. Cuando terminaron de fumar, salieron nuevamente para comprar más droga. Detzel refirió que, Morales le dijo que quería buscar a una persona trans para mantener relaciones y se dirigieron a la zona de “El Bajo”. Allí encontraron a una joven (Tania Aguirre) y volvieron al departamento. Detzel aseguró que solo su amigo mantuvo relaciones sexuales y luego llevaron a la imputada hasta inmediaciones del mercado, donde la dejaron.
Morales habría cometido solo el brutal homicidio
Al referirse a la detención de Morales, de la cual también participó, el testigo contó que buscaron al joven en la zona de plaza Alvarado porque sabían que frecuentaba el inmueble de un distribuidor de estupefacientes apodado “Polaco”, sorprendiéndolo cuando salía de ese lugar, alrededor de las 21. Explicó que el acusado no opuso resistencia y que parecía haber consumido sustancias estupefacientes. Dijo que a simple vista observaron que tenía una mancha de aspecto sanguinolento en la rodilla. Vestía un pantalón deportivo gris, tipo babucha, y una remera clara. Lo revisaron y tenía en su poder el DNI de su abuela, entre otras pertenencias.
Luego, lo trasladaron a la División Homicidios y, al ingresar, Morales vio a Detzel en la dependencia. En ese momento preguntó qué hacía su amigo ahí y afirmó que Detzel no tenía nada que ver y que él había matado a su abuela.
El testigo agregó que Morales comentó que estaba con abstinencia, que necesitaba drogarse y que Gine no lo dejaba salir por la pandemia.
El segundo policía, también de la División Homicidios, ratificó el relato de su compañero, pues ese día trabajaron juntos en ambas detenciones. En su relato, brindó precisiones acerca de la declaración espontánea de Detzel.
Dijo que el joven relató que Morales lo había ido a buscar alrededor de las 3 de la madrugada en un remis, para que se drogaran juntos. Compraron sustancias y se dirigieron al departamento de Belgrano al 900 en auto de alquiler. Se bajaron antes del vallado policial y caminaron hasta el edificio.
Estuvieron en el living fumando y Detzel aseguró que en ningún momento vio a la abuela de su amigo. Luego, fueron a una habitación a buscar dinero, porque Morales quería comprar más sustancias prohibidas. Luego de encontrar el fajo con billetes de 500 pesos, salieron en la camioneta de Gine. En el camino pasaron por la “zona roja” e hicieron ascender al rodado a Aguirre.
Sobre los dichos de Morales al advertir la presencia de Detzel en la División Homicidios, refirió que el joven se alteró al verlo y que les dijo que él no tenía nada que ver y que, cuando lo buscó para drogarse juntos, su abuela ya estaba muerta en la cocina.
